En cada solicitud, Diconsa ocultó el número de latas de atún y su precio bajo el argumento de que los proveedores podrían obtener ventajas
Durante el actual sexenio, el gobierno federal ha gastado más de dos mil millones de pesos en latas de atún, recursos que se han asignado mediante adjudicaciones directas, particularmente a dos empresas: Pinsa Comercial, propiedad de Eduvigildo Carranza Beltrán, y Marindustrias, dirigida por Antonio Suárez Gutiérrez, cercanos al presidente Enrique Peña Nieto.
Una investigación difundida por el periodista Carlos Loret de Mola, revela que a estas compañías les han triplicado las compras, recibiendo el 70 por ciento de las adjudicaciones realizadas por la paraestatal Diconsa, la cual es dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social.
Las solicitudes de información señalan que la empresa más favorecida es Pinsa Comercial, pues entre el 1 de diciembre de 2012 y el 10 de septiembre del 2017 le vendió a Diconsa 795 millones de pesos en latas de atún a través de más de dos mil contratos directos que no pasaron por licitaciones ni concursos públicos.
Mientras que a Marindustrias, la paraestatal le otorgó en ese mismo periodo de tiempo más de mil 400 contratos directos que en total rebasaron los 673 millones de pesos.
En cada solicitud, Diconsa ocultó el número de latas de atún y su precio bajo el argumento de que los proveedores podrían obtener ventajas. Además, dividió las compras en cientos de peticiones y evita el concurso de varias empresas o proveedores, lo que contraviene la Ley de Adquisiciones del Sector Público.
Cabe destacar que la cercanía del presidente Enrique Peña Nieto con los empresarios Carranza Beltrán y Suárez Gutiérrez es pública. Prueba de ello es que en 2016 el mandatario visitó tres veces el hotel Estrella del Mar Golf and Beach Resort, un complejo turístico propiedad del dueño de Pinsa Comercial.
Pese a que la Presidencia de la República que no tiene registros sobre el uso de recursos públicos por parte de Peña Nieto y de su familia en Estrella del Mar, el equipo de seguridad que lo acompaña sí se hospedó en dicho lugar, por lo que las habitaciones y consumos del Estado Mayor sí se pagaron con recursos públicos.