La maestra Elba Esther Gordillo fue exonerada apenas en agosto y ya prepara, junto con su grupo político más cercano, su regreso a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Integrantes del equipo de Gordillo informaron a EL UNIVERSAL que sólo esperan el fallo del Tribunal Federal de Justicia Administrativa para que, una vez libre, recupere sus derechos y su cargo, perdidos en 2013 cuando fue detenida.
Juan Díaz de la Torre quedó como sustituto y, de acuerdo con el grupo elbista, tuvo una gestión espuria que coronó con su congreso de febrero pasado en que ilegalmente autonombró dirigencia, con él al frente.
Una vez que Gordillo esté al frente del SNTE, convocará como autoridad única del sindicato a un nuevo congreso, en que se elegirá la nueva dirigencia, encabezada por uno de sus más cercanos, el maestro Moisés Jiménez. Luego ella se retirará y se mantendrá vigilante.
Jiménez operó con éxito las llamadas “redes progresistas” que apoyaron en campaña al hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Alrededor de 300 consejeros deberán votar, explicaron elbistas. Agregaron que el propio Juan Díaz y su grupo se resisten a ese camino.
Afirmaron que con el cambio se buscará una profunda transición del SNTE y caminarán junto a López Obrador en la derogación de la reforma educativa.