Desde hace más de dos décadas, Ecatepec, el municipio más grande del Estado de México y del país, se ha convertido en el centro de todos los males: feminicidios, ejecuciones, linchamientos, robo de autos, homicidios y conflictos sociales como los saqueos por los gasolinazos en el 2017.
Ese municipio que fue gobernado en dos ocasiones por Eruviel Ávila Villegas, como alcalde y que posteriormente, llegó como gobernador, no encuentra la tranquilidad y la paz social.
Desde el año de 1957, Ecatepec fue gobernado por el PRI de manera ininterrumpida hasta el año 2000, cuando un efecto político-electoral llamado Vicente Fox, llevó a la silla municipal al panista, Agustín Hernández Pastrana, que por cierto el triunfo lo mareó y no supo que hacer para mejorar las condiciones de vida de los ecatepequenses.
Para el 2003, Eruviel Ávila, recupera la alcaldía pero en sus tres años, únicamente consolidó a sus bases priistas, dejando en el abandono a miles de ciudadanos que ya eran víctimas de la delincuencia.
Para el 2006, con la influencia de Andrés Manuel López Obrador, entonces aspirante presidencial, Ecatepec dio su voto al PRD e hizo ganar a José Luis Gutiérrez Cureño, que al subirse al tabique del poder creyó que “ni Dios lo merecía” y pronto desilusionó a sus vecinos y bases amarillas.
Con Eruviel Ávila y José Luis Gutiérrez Cureño, la delincuencia organizada llegó a asentarse a Ecatepec, por las fallas en sus esquemas de seguridad pública y nadie frenaba los asesinatos callejeros por el control en la distribución de la droga, un jugoso negocio que sigue en crecimiento.
Por las luchas por el poder público municipal, los grupos y partidos políticos se enfrentaron a duelos electorales utilizando solo a los votos para sus fines, sin cumplir con sus promesas de campañas.
Eruviel en la campaña del 2003 para la alcaldía, hasta presumía de sus títulos universitarios y decía que con un gobierno preparado se hará de Ecatepec “el mejor lugar para que vivas tú y tu familia”.
Todo lo contrario, convirtió a Ecatepec, en uno de los peores lugares para vivir y aunque tres años después el electorado tuvo esperanza en el PRD con José Luis Gutiérrez, tampoco tuvo esa visión para sacar del rezago social y de la inseguridad a Ecatepec, por su soberbia.
Después del fracaso del PRD, el PRI y otra vez Eruviel Ávila, toman el control de Ecatepec, y con inversiones millonarias lubrican su maquinaria electoral para que Ecatepec, fuera nuevamente bastión priísta.
Eruviel, sin importarle el asunto social y la seguridad de Ecatepec, convirtió ese municipio en una fábrica de votos, por ello, ese municipio fue fundamental para el triunfo de Enrique Peña Nieto como gobernador, a partir del 2005 y posteriormente en la presidencia de la República en el 2012.
Pero ni Enrique Peña ni Eruviel Ávila, quién llegó a la gubernatura mexiquense en el 2011, se preocuparon por atender la situación social y de inseguridad en Ecatepec, cuya violencia seguía cobrando vidas y dejando hogares enlutados.
Por Ecatepec pasaron Pablo Bedolla e Indalecio Ríos, pero nada hicieron por el bien del municipio, al contrario lo hundieron más. Durante estos dos últimos mandatos crecieron los feminicidios.
Asimismo, el asalto al transporte público se convirtió en lo cotidiano en los gobiernos de Eruviel, Pablo Bedolla e Indalecio Ríos, porque simplemente sus estrategias de seguridad fallaron por la corrupción interna y el desinterés de los políticos priistas.
Con Eruviel Ávila en la gubernatura se pensaba que Ecatepec tendría prioridad en la seguridad pública, ya que todos los delitos se cometían en ese municipio, pero no, a pesar de la colocación de vídeos cámaras,operativos de las llamadas bases operativas mixtas (militares, federales y estatales) todo fue un fracaso, los electores seguían cayendo muertos por delincuentes.
Nada salvaba a Ecatepec.
En el 2018, ya había un desgaste político del PRI y crecía el partido Morena de Andrés Manuel López Obrador, su efecto político-electoral, causó que ganara la alcaldía Fernando Vilchis Contreras, un líder social de UPREZ que por circunstancias políticas, tiene la oportunidad de gobernar ese municipio, a pesar de su supuesto negro historial de defraudador de venta de terrenos y de “rentear” taxis, recolectores de basura y ambulantes.
Esperemos que cuando se suba al tabique del poder, no se maree como le pasó a José Luis Gutiérrez Cureño, y pueda atender a Ecatepec, para erradicarle todos los males.
Y también esperemos que Andrés Manuel López Obrador, tenga como prioridad a Ecatepec, que durante los gobiernos municipales, del PRI, PAN y PRD se convirtió en el “Epicentro del Mal”.
PARA EL ARCHIVO…
El feminicida serial de Ecatepec solo es un resultado de las fallas de las estrategias de seguridad pública del municipio y la falta de investigación de la policía ministerial del fiscal Alejandro Gómez Álvarez, que tenía pistas de los últimos asesinatos de mujeres, pero no le dio seguimiento.
