Escuelas en México, sin servicios básicos para sus alumnos: Coneval

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En México, 2 de cada 10 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria no cuentan con servicios básicos en sus escuelas, como electricidad, agua, drenaje, sanitarios y bebederos; mientras alrededor de 16% de ellos no tiene mobiliario básico para tomar clases como pizarrones, pupitres o mesabancos.

De acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Educación 2018 que elaboró el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de las 226 mil 188 escuelas que reportó la Secretaría de Educación Pública, 2.2% no cuentan con suministro de agua de ninguna fuente y 47% no cuenta con el suministro mediante la red pública, mientras que 67% no tienen drenaje.

En tres de cada diez escuelas no hay baño ni luz y 80% de ellas no cuenta con bebederos. “Una quinta parte de los alumnos que asisten a educación básica enfrentan problemas de disponibilidad de infraestructura al no contar con servicios básicos en sus escuelas y, una sexta parte, al no tener mobiliario básico. En el caso de Educación Media Superior (EMS), 28% de los planteles no cuentan con agua todos los días, 2% no cuenta con energía eléctrica y a 69% le faltan muebles en al menos una de las aulas”, dijo la instancia.

En el país, también existen brechas en el acceso a los servicios de educación; por ejemplo: Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz presentan los menores niveles de acceso a la educación. Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila, Sonora y Estado de México registran los menores porcentajes de población en condición de rezago educativo.

Chiapas es el estado con menor escolaridad media registrada, al llegar a 7.29 años, lo que equivale a no terminar el segundo año de secundaria. En lo que respecta a los libros de texto, se encontró que para el ciclo escolar 2016-2017 entre 95% y 98% de los alumnos de primaria y secundaria recibieron sus paquetes de libros de texto gratuitos, mientras que en preescolar solo el 89.5% recibió sus materiales educativos completos.

El problema fue que solo en alrededor de 60% de las escuelas de preescolar, primaria y secundaria los libros se recibieron a tiempo para iniciar el ciclo escolar. “En 20% de preescolares, 15% de primarias y 10% de secundarias, se recibieron durante la tercera semana del ciclo escolar o después. Además, de la información sobre la suficiencia y entrega, no se cuenta con información que dé cuenta de la calidad de estos o si son pertinentes o adecuados culturalmente”.

Los niños indígenas y los que tienen algún tipo de discapacidad son quienes tienen las mayores limitaciones para ejercer su derecho a la educación, principalmente en la oferta y demanda de servicios educativos y en la calidad de lo que reciben. Por ejemplo, más de medio millón de niños y adolescentes indígenas no asisten a la educación obligatoria, es decir preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, esto representa a 13.7% de los niños que deberían estar en la escuela pero no están.

“En este grupo de población se presenta un menor nivel de accesibilidad física y económica, además de enfrentar un sistema educativo que no ofrece servicios integrales con pertinencia cultural, puesto que el modelo educativo indígena es vigente solo en los niveles de preescolar y primaria y únicamente está presente en localidades indígenas; aun cuando existe población indígena fuera de ellas”.

Los niños y adolescentes con discapacidad enfrentan la falta de adaptación en las escuelas para atender sus necesidades en infraestructura, materiales y personal capacitado, tampoco hay apoyos suficientes para garantizarles acceso a la educación.

En la población de 3 a 17 años, el 31.7% de las personas con discapacidad son analfabetas en comparación con el 5.7% de las que no tienen discapacidad; 23.5% presenta rezago educativo en contraste con 7.9% de las personas sin discapacidad. “Las escuelas comunitarias presentan los mayores retos para garantizar el ejercicio pleno del derecho a la educación, puesto que ofrecen menores niveles de infraestructura y su personal tiene menor nivel de instrucción en comparación con otros servicios debido a que son atendidas en su mayoría por jóvenes instructores egresados de secundaria o bachillerato, además de que todas las escuelas comunitarias son multigrado, lo que implica grupos heterogéneos en edades y grados escolares”, señala el reporte.

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