El pasado 1 de enero 51 mujeres, de 52 que resultaron electas como presidentas municipales en el estado de Oaxaca, asumieron el cargo; sin embargo la alcaldesa del municipio de Santiago Tamazola y su suplente renunciaron y su lugar fue asumido por el exedil denunciado por violencia política de género.
Además, durante la jornada de cambio de autoridades municipales, la regidora de Tlaxiaco, Cleotilde Santos Ramírez, fue herida de manera colateral en el atentado que privó de la vida al edil, Alejandro Aparicio Santiago.
MUJERES SERÁN ALCALDESAS
Entre los casos a destacar durante el cambio de autoridades municipales está el de Susana Alvarado, quien se convirtió en la primera presidenta municipal de Santa María Teopoxco, pese a la violencia política ejercida por Carlos Quevedo Fabián, candidato que dijo ser transgénero y quien ocupará la sindicatura.
En este 2018 Quevedo Fabián, quien en 2016, como varón, ganó la elección para ser alcalde de Santa María Teopoxco, buscó relegirse pero ahora postulado como mujer trans por la coalición integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), esto para evadir la obligación legal de los partidos políticos de postular mujeres.
Este 1 de enero también asumió Saymi Pineda Velasco en San Pedro Pochutla, quien durante la campaña denunció violencia política por razón de género y amenazas en su contra por parte de Víctor Cruz Vásquez, quien fungía como presidente municipal de esa localidad.
Además, Lizbeth Victoria Huerta tomó posesión como presidenta en Asunción Nochixtlán. Es la primera vez que este municipio es gobernado por una mujer.
En total 566 mujeres fueron electas para un cargo de las cuales 151 son síndicas y 363 regidoras. Sin embargo tras la renuncia en Tamazola, el número de mujeres como autoridad municipal descendió, aunque el dato aún no es oficial.
La consejera del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), Nayma Enríquez, no descartó que la violencia política de género haga que la lista de mujeres en cargos de elección popular se modifique a la baja. Pero, expuso, la autoridad electoral estará vigilante para que no se violenten los derechos políticos de las mujeres.
Por su parte, Anabel López Sánchez, integrante del Colectivo por la Ciudadanía de las Mujeres, indicó que el mayor riesgo que viven las mujeres es en el ejercicio del cargo, sobre todo en el ámbito municipal.
“Es ahí en donde hay mayores resistencias; primero, porque existe un contexto cultural que todavía no reconoce que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres, pero principalmente porque en estos espacios de poder municipal es donde se ejerce este poder tangible, cercano a la gente, liderazgos y cacicazgos que se resisten a dejar los espacios de la toma de decisiones”, señaló.
López Sánchez precisó que son las presidentas, síndicas y regidoras de Hacienda quienes viven mayor violencia porque desempeñan funciones importantes en la toma de decisión.
También rindieron protesta como presidentas municipales en Santa Cruz Amilpas, Natividad Díaz Morales; en Ciénega de Zimatlán, Concepción Libia Hernández Castillo; en Fresnillo de Trujano, Norma Matilde Barroso Méndez; y en San Andrés Dinicuiti, Remedios del Pilar Pérez Cruz.
Por su parte, la coalición integrada por el PRI, PVEM y Panal asumió el poder en Santiago Jamiltepec, con Cecilia Rivas Márquez; San Juan Bautista Cuicatlán, con Maricel Mariscal Gaytán; San José Independencia, con Elizabeth Ramírez Martínez; Guadalupe de Ramírez, con Marta García Ramírez; Reforma de Pineda, con Aracely García Hernández; Pinotepa de Don Luis, con Hortensia García Bernal, por citar algunas.
ALCALDESA Y SUPLENTE RENUNCIAN
La presidenta municipal electa en Santiago Tamazola, Anayeli Huerta Atristaín y su suplente, Yarecxy Sánchez Galindo, renunciaron media hora después de asumir el cargo por lo que el expresidente municipal Oscar Sánchez Ruiz, tomó de facto el cargo.
En sesión extraordinaria de Cabildo, realizada a media hora de rendir protesta, Huerta Atristaín informó que dejaba el cargo por “causas de fuerza mayor”, lo mismo argumentó su suplente.
Anayeli Huerta Atristaín y su suplente, Yarecxy Sánchez Galindo, son cuñada y sobrina respectivamente de la persona que en sustitución asumió como presidente municipal, quien además fue denunciado por violencia política de género durante la pasada administración.
Oscar Sánchez fue acusado de ejercer violencia política de género en contra de la regidora de Cultura y Deporte, Heriberta Herlinda Martínez Balderas, quien era obligada a lavar los baños y las canchas deportivas y a quien le suspendió los pagos de sus dietas.
La actual regidora de Gestión y Desarrollo Social, Elsa Méndez Ayala, señaló que a pesar de que el anuncio de la renuncia de Huerta Atristaín y Sánchez Galindo se hizo durante la sesión extraordinaria de Cabildo, ella, como autoridad municipal, no tuvo acceso al escrito que formalizaba la separación del cargo.
“Yo he solicitado el acta, pero no he tenido ninguna copia. No he sido convocada ni notificada a otra sesión en la que ya se haya formalizado la renuncia y al nuevo presidente”, detalló.
Durante la toma de protesta Odilón Mejía Aguirre, quien dijo ser delegado de Gobierno del estado adelantó que se realizarían algunos ajustes que en su momento serían informados. Luego, durante la sesión extraordinaria a la que les pidieron ingresar sin celulares, Anayeli Huerta indicó que presentaba su renuncia porque “no podía continuar en el cargo por causas de fuerza mayor”.
“Posteriormente Yarecxy Sánchez, quien es la suplente de Anayeli, dijo lo mismo que no podía continuar por problemas de salud y que no podía con esa responsabilidad”, expuso la regidora.
A pesar de que fueron exhortadas por algunos integrantes del Cabildo a no abandonar el mandato conferido por la ciudadanía a través del voto, ambas determinaron no continuar.
“A pesar de que les dijimos que estaríamos para acompañarla en hacer un buen trabajo, dijo que no. Posteriormente los demás regidores del PRI le indicaron que no la podían obligar y si no se sentía cómoda aceptaban la renuncia”.
Elsa Méndez Ayala calificó esto como una burla a la ciudadanía y un acto de complicidad con la corrupción.