Vicente Fox y Felipe Calderón, en cuyos dos sexenios se disparó exponencialmente el robo de combustibles en México, criticaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por el desabasto que ha generado en varios estados su estrategia de combate al “huachicoleo”.
Fox, primer presidente de la República del Partido Accióin Nacional (PAN) y en cuyo gobierno el robo de combustibles ascendiño a 16 mil millones de pesos al año, reprodujo en su cuenta de Twitter un video de una fila de automóviles en Guanajuato en espera de abastecerse de gasolina.
“Es una vergüenza tanta incapacidad y tanta mentira. El ‘pueblo bueno’ se va a decepcionar ante tanto engaño”, escribió Fox, quien en 2004 puso en marcha un plan contra el robo de combustible que generó desabasto en Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán.
El “Operativo Pemex”, a cargo del secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz, se inició el 1 de marzo de 2004 con la toma por parte de la Policía Federal de las terminales de almacenamiento y distribución de Pemex en Tula y Toluca.
Sin embargo, ese operativo terminó cinco meses después cuando, en agosto, Gertz se “jubiló” del gobierno de Fox, quien terminó su sexenio sin resolver el problema que, según el director de Pemex Refinación, Juan Bueno Torio, ascendía a 16 mil millones por año.
También a través de su cuenta de Twitter, Calderón exigió a López Obrador “rectificar” su estrategia contra el robo de combustible, que en su gobierno fracasó y el “huachicoleo” se disparó exponencialmente.
“El gobierno debe reconocer con toda humildad que su estrategia no funciona. Aquí quien sufre es el pueblo, la gente trabajadora, no los huachicoleros. Debe rectificarse hacia cuidado estratégico de los ductos, castigo ejemplar a quien robe, quien sea”, escribió mientras mostraba en video una larga fila de personas con bidones, en espera de cargar gasolina en Morelia, Michoacán.
Con Calderón, según información de Pemex, las tomas clandestinas se multiplicaron dramáticamente: Al finalizar Fox su gobierno, en 2006, se contabilizaron 70, pero en 2007 subioeron a 324, en 2008 a 392, en 2009 a 462, en 2010 a 691 y para 2011 sumaban mil 324.
El fracaso del plan de Calderón lo admitió Pemex en un comunicado, el 14 de enero de 2012: “El robo de hidrocarburos continuó presentándose en la Red Nacional de Ductos, debido a que los sistemas están tomados, prácticamente, por bandas del crimen organizado, asociadas a grupos fuertemente armados”.