Un grupo de intelectuales, activistas, periodistas y artistas mexicanos y extranjeros –muchos de ellos europeos– manifestó su respaldo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) frente a la que considera una “campaña de desinformación” que pone en duda su origen auténtico y las verdaderas intenciones de sus críticas al presidente Andrés Manuel López Obrador.
También rechazó la construcción del Tren Maya y otros proyectos de desarrollo regional que pretende realizar el gobierno de López Obrador y a los que se opone el zapatismo.
En una carta pública que hoy comenzó a circular, los firmantes tildan de “ofensa intolerable” la ceremonia tradicional con la que el presidente mexicano pidió permiso a la Madre Tierra para construir un tren de alta velocidad que recorrerá mil 500 kilómetros de los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas.
En ese acto, celebrado el 16 de diciembre pasado en Palenque, Chiapas, López Obrador estuvo acompañado de representantes de los pueblos indígenas y los gobernadores de los estados implicados en la megaobra.
Entre los cerca de 700 signatarios de la “carta de solidaridad y apoyo con el EZLN” se encuentran mexicanos destacados como el antropólogo Gilberto López y Rivas, el escritor Juan Villoro, los actores Daniel Giménez Cacho y Ofelia Medina, y el escritor y académico Pablo González Casanova.
También figuran el sociólogo estadunidense Immanuel Wallerstein, el periodista español Ignacio Ramonet, el catedrático chileno-español Marcos Roitman, el sociólogo francés Yvon Le Bot y el filósofo también galo Toni Negri.
La misiva señala: “Nosotros, universitarios, intelectuales, artistas, activistas y personas de buena voluntad, así como organizaciones, asociaciones y colectivos de diversos países, manifestamos nuestra solidaridad y nuestro apoyo al EZLN en un momento crucial de su historia, (y) repudiamos la actual campaña de desinformación, mentiras y calumnias que se desarrolla en su contra en México y más allá”.
El grupo de firmantes explica que “la lucha zapatista constituye un ejemplo de resistencia, dignidad, coherencia y creatividad política”.
“Hace 25 años su ¡Ya Basta! fue un hecho de gran alcance y una de las primeras reacciones sobresalientes frente a la globalización neoliberal, abriendo el camino a la crítica de un modelo cuyo triunfo parecía entonces absoluto y definitivo”.
La carta considera que el zapatismo es aún hoy “la expresión de la lucha legítima de los pueblos indígenas contra la dominación y el desprecio sufrido durante siglos, y por el ejercicio de sus derechos de autonomía”.
Los firmantes insisten en que “el autogobierno popular que los zapatistas ha implementado a través de sus Juntas de Buen Gobierno constituye un ejemplo de democracia real y radical, susceptible de nutrir las aspiraciones ampliamente compartidas a lo largo del mundo, y digno de ser estudiado en todas las facultades de ciencias sociales del planeta”.