El Gobierno de México reclutará a militares y marinos retirados para configurar la Guardia Nacional, un nuevo organismo de seguridad pública impulsado por el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de prensa matutina de este lunes, el mandatario afirmó que se está planificando una convocatoria para que se sumen al proyecto militares y marines en retiro “bajo ciertas características”.
También recordó que habrá personal nuevo en el organismo -que busca reclutar 50.000 efectivos- y participarán en él tanto elementos del Ejército como de la Marina y de la Policía Federal.
El Legislativo aprobó la pasada semana la creación de la Guardia Nacional con cambios que diferían de la polémica propuesta original de López Obrador, que apostaba por una dirección militar para el organismo.
Entre los cambios destacan que la Guardia Nacional será una institución de seguridad pública de carácter civil y contempla una temporalidad de cinco años para que las Fuerzas Armadas se retiren gradualmente de las tareas de seguridad pública.
Este lunes, el mandatario deseó que esta misma semana la mayoría de congresos locales aprueben la reforma constitucional para la creación de la Guardia Nacional, que ya ha sido validada por la Cámara de Diputados y el Senado.
En la reforma constitucional se establece una ley para el manejo y uso de la fuerza, y se establecerá el tipo de armamento que se podrá utilizar, puntualizó.
“Todo esto para evitar violaciones a derechos humanos”, dijo.
En otros temas, López Obrador dijo que el gabinete de seguridad del Gobierno federal no tiene “información reciente” sobre un grupo llamado Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS).
“Tenemos información de otras organizaciones que están actuando y están fuera de la ley, provocando actos violentos”, explicó.
Según medios locales, la organización ITS es la responsable de ataques en municipios del céntrico Estado de México en los últimos meses.
Este grupo, considerado eco-extremista y con presencia en otros países como Chile, habría provocado la explosión de varios artefactos en el Estado de México, entre ellos en una catedral.
Años atrás también se atribuyeron el asesinato de un químico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante del país y una de las más prestigiosas de América Latina.