De que el gobierno federal en manos de Andrés Manuel López Obrador sabe que sus programas sociales, aquellos en los que se reparte dinero, van a beneficiar a Morena en las elecciones, no hay duda.
Ha de ser difícil –si no es que imposible– encontrar un gobierno de cualquier nivel en México que no utilice los padrones de programas de beneficiarios sociales como un capital que suma a sus estructuras electorales, una maña acuñada por el PRI y perfeccionada por el PAN pero también por los mandatos de “izquierda”.
Pero de eso, a que un gobierno evite –vía orden ejecutiva– que los posibles favorecidos no accedan a los beneficios con tal que no gane simpatías políticas, eso sí, es difícil de creer. Y si algo ha demostrado el des-gobierno de Francisco Vega es que no deja de innovar y sorprender si de dañar se trata.
Resulta que como parte de los nuevos programas sociales impulsados por la Secretaría de Bienestar (antes SEDESOL) se entregarán becas mensuales de 800 pesos a cada alumno de preparatoria sin excepción, ricos, flacos, pobres, gordos. Se trata de una de las promesas de campaña de AMLO para apoyar la educación.
En todo el país, personal de la dependencia federal se comunica con directivos de las preparatorias y bachilleratos para informarles del proceso de registro. Así es la cosa: la escuela debe dar de alta a cada uno de los alumnos registrados en su matrícula en la plataforma nacional digital por medio de una fotografía y firma de los menores. Así de sencillo. Y los estudiantes reciben 800 pesos mensuales en una tarjeta bancaria a su nombre, sin estudio socioeconómico de por medio ni constancia de buenas calificaciones.
En Baja California, una de las primeras escuelas en cumplir con el censo de alumnos fue la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas, que cuenta con una plantilla aproximada de 5 mil alumnos. Pero no en todas las escuelas hay buena disposición. Por ejemplo, los planteles que pertenecen al Sistema Educativo Estatal que dirige el panista Miguel Ángel Mendoza González dentro del gobierno de Kiko Vega.
Los directivos han recibido la instrucción explícita de entorpecer el proceso para la entrega de becas, aplazar el mayor tiempo posible el registro de alumnos.
Directivos de Cobach y Cecyte, particularmente, el primero dirigido hasta hace poco por Javier Santillán Pérez (relevado por Rosario Rodríguez) y el segundo por José Luis Kato Lizaldi, no contestan las llamadas ni requerimientos de la Secretaría de Bienestar para saber el estatus del registro de sus estudiantes. Y por lo tanto, los miles de alumnos que estudian en estos subsistemas escolares no han podido tener acceso a los beneficios que automáticamente les corresponden.
Las instrucciones en tiempos electorales, aseguran los profesores y directores de los planteles es que vienen del mismísimo gobernador con tal de entorpecer los beneficios federales que en año electoral podrían causar nuevas simpatías al gobierno federal y por lo tanto, a Morena.
Con información de zetatijuana.com