Salinas Pliego, quien forma parte del Consejo Asesor Empresarial de AMLO y cuenta con varios colaboradores en el gobierno federal, también aseveró que, en México, “las políticas de izquierda en las que el Estado proveyó bienestar a las masas fracasaron”; una crítica indirecta a los programas sociales que implementa el gobierno actual.
Tras expresar su desacuerdo respecto a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), Salinas Pliego confió en que logrará convencer al presidente de mantener la reforma energética, pues consideró “ridículo” y “un error” su decisión de suspender las alianzas entre Pemex y empresas privadas.
Informó que el gobierno federal está considerando “ahora mismo, un incentivo fiscal… para que cada inversión pueda ser deducible de manera inmediata”.
El dueño de TV Azteca y Grupo Salinas, “amigo” de AMLO desde hace dos décadas, describió su papel en la nueva administración como el de “proveer una validación real a un populista de izquierda quien se dio la misión vertiginosa de transformar a México”, aunque estimó que el presidente “tiene problemas con la confianza y delegar cosas”.
“La advertencia también representa un momento de candor inusual desde el interior del sector privado, que abrazó de mala gana al líder nacionalista, pero todavía carece de confianza para invertir; el mayor impedimento para detonar una economía enlosada y para concretar las promesas de un crecimiento ambicioso”, planteó el texto.
Salinas Pliego estimó que el gobierno federal debería buscar y promover inversiones de China, y ello a pesar de que esta decisión podría tensar la relación con Washington.
En la entrevista, publicada hoy en el periódico de origen británico y a la que acudió en helicóptero, Salinas Pliego se definió a sí mismo como un “retador del establishment”, como si no perteneciera al grupo de empresarios que amasaron un poder durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y que gozan desde hace tres décadas de un poder desmesurado en el país.
El tercer personaje más rico de México, con una fortuna estimada en 11 mil millones de dólares –según la revista Forbes– cuenta con cercanos en espacios de poder en el seno de la administración actual: Esteban Moctezuma Barragán –quien fue durante dos décadas presidente de la Fundación Azteca– ocupa la Secretaría de Educación Pública (SEP); Jorge Mendoza Sánchez, hijo de su aliado Jorge Mendoza Garza, es director general de Banobras, y Adalberto Palma Gómez –uno de los fundadores de Banco Azteca—es titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).