La texcocana, Elisa Carrillo colocó su nombre al lado de las grandes figuras de la danza al recibir este año el Benois de la danse, el máximo galardón al que un bailarín aspira y que es considerado el Nobel del ballet. Sobre el escenario del emblemático teatro Bolshoi, agradeció a su familia y lo dedicó a México.
Recordamos que el año pasado esta distinción también quedó en manos de un mexicano. Isaac Hernández se convirtió en el primer connacional en recibir este galardón. Elisa recientemente fue reconocida con Alma de la Danza, otro importante premio otorgado por el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa y los editores de la prestigiosa revista Ballet.
Muchos años atrás, antes de convertirse en la Prima Ballerina del Ballet Estatal de Berlín y una de las figuras más destacadas en esta disciplina a nivel mundial, una joven aspirante a bailarina de nombre Elisa Carrillo veía todos los videos del Bolshoi y del teatro Mariinsky, las dos gran compañías de danza en Rusia.
Apreciar, a través de estas cintas, el trabajo de los astros de esa nación, fueron los primeros lazos que se tendieron entre ella y la cultura del país más extenso del mundo, el cual la reconoce con su distinción más importante para el arte coreográfico: Alma de la Danza.
Fue a través de una carta que Carrillo fue notificada que era acreedora a este premio creado en 1994 por el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa y los editores de la prestigiosa revista Ballet y que en raras ocasiones es entregado a personas de otra nacionalidad.
En el documento firmado por Valeria Uralskaya, editora en jefe de la publicación, “su labor de promoción del patrimonio clásico en el mundo” es la razón fundamental por la cual ha sido seleccionada de entre un grupo de bailarines.
Para Elisa, esta es una ocasión que le permite hacer un balance de los años de trabajo. Si bien, asegura que trata de no pensar en las partes difíciles y solo concentrarse en los aspectos positivos de su trayectoria, son estos momentos de distinción en los que recupera todo los esfuerzos.