No es broma: el Instituto Nacional de Migración (INM) ha resuelto que aquellos estadounidenses que vivan en Rosarito pero que no puedan demostrar su estancia o residencia, o no sean capaces de regular su estatus, serán deportados.
Así lo dijo Manuel Alfonso Marín Salazar, titular del INM en Baja California. Dice que la mayoría de ellos llegaron a nuestro país con un permiso de estancia de 180 días pero no lo han renovado. Este hecho, según marca la ley, se castiga con la deportación.
El proceso de renovación es fácil para ellos una vez que no necesitan visa para entrar a México, solo su pasaporte, con el cual puede solicitar el permiso que va de 7 a 180 días.
Sin embargo, por el hecho de no necesitar documentos adicionales para venir a nuestra tierra, hacen caso omiso de los tiempos y reglamentos. Además, de manera histórica, han desarrollado la idea de que México es un lugar al que pueden venir a hacer todo aquello que en su país no tienen permitido. Recordemos cómo esto tiene origen en la década de 1920, en el contexto de la Prohibición.
¿Sentirán lo mismo que nuestros paisanos del otro lado de la frontera? ¿Qué va a decir Donald Trump los próximos días?
Con información de sandiegored.com