Empleados del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México acusan que el magistrado Jorge Ponce Martínez, de la Novena Sala Penal, pretende colocar a la magistrada por Ministerio de Ley de la Cuarta Sala Penal, licenciada Leticia Rocha Licea, su esposa, en el lugar que dejará vacante el magistrado Maurilio Domínguez Cruz con motivo de su separación del cargo a causa de su jubilación.

De lograrse la imposición, aseguran, se estarían perpetuando los actos de nepotismo que en los últimos sexenios han prevalecido en la institución y que, sin duda, están relacionado con actos de corrupción encaminados a cumplir determinados favores.

Empleados del Tribunal hacen hincapié de que el magistrado Ponce Martínez, de manera pública y abierta, hace ostentación de su excelente relación con el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, pues ha revelado que éste le “debe muchos favores y no puede negarle nada”, incluso a él lo nombró magistrado constitucional.

Expresan que el magistrado Ponce Martínez y su esposa, en lugar de atender y cumplir con sus funciones, se han dedicado únicamente a la elaboración y publicación de libros, cayendo toda la responsabilidad en sus subordinados, a quienes también les dan malos tratos. Y de esta situación se han percatado ya los magistrados que integran las diferentes salas.

Los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México hacen un llamado a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que atiendan esta denuncia y revisen la designación de los magistrados e investiguen que está pasando en el Tribunal. No más al nepotismo y a la corrupción de funcionarios públicos.