Cuando una persona es reportada cono desaparecida debiera, por protocolo, buscarse inmediatamente, sin embargo en la FGJEM de la región de Toluca aún hay fallas, pues de haberse hecho las cosas como debieran quizá la joven Jessica Guadalupe seguiría con vida.
Toluca es uno de los los 11 municipios mexiquenses con alerta de género por feminicidios, además hace un mes recibió una segunda declaratoria por desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes.
Cuando los padres de la chica de 23 años denunciaron la desaparición a la Fiscalía mexiquense estos no quisieron girar una orden de cateo inmediatamente, sino tardaron más tiempo, mismo que aprovecho el asesino, identificado como Oscar «N», para matar a la joven, quien al parecer era su novio.
Los principios de la búsqueda de personas desaparecidas marcan que ésta debe ser prioritaria bajo la presunción de vida y debe ser organizada y eficiente.
Sin embargo, Jorge Olvera García, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), afirmó en entrevista que “no se trata de reformar la ley sino de actuar con sentido común, con inteligencia policial, pues en el caso de la joven Jessica “N” había flagrancia.
Se estaba frente a una vida humana, no se trataba de un expediente.”
Sin embargo la joven fue hallada sin vida el pasado 30 de octubre, luego de una semana de estar desaparecida, dentro de una casa de interes social en Villas Santín de San Mateo Otzacatipa, municipio de Toluca.
Jessica presentaba señales de haber sido lastimada seriamente hasta ocasionarle la muerte y Olvera García expresó que de actuar a tiempo “pudieron haber entrado a la vivienda y salvarle la vida a la joven, entonces, hoy Jessica estaría viva.”
Estableció que en razón de ello la Codhem ha iniciado cinco quejas, ya cuenta con testimonios de familiares y el resultado de otras diligencias que sostienen las investigaciones sobre la actuación de las autoridades y servidores públicos involucrados tanto de la FGJEM, del Ayuntamiento de Toluca, como del Poder Judicial estatal, particularmente revisa el papel del juez que no otorgó la orden de cateo oportunamente: “el juez no debe ser tan legalista; los principios de la búsqueda de personas desaparecidas marcan que ésta debe ser prioritaria bajo la presunción de vida y debe ser organizada y eficiente.”
