A pesar que los padres señalaron tener pruebas y estar seguros de que Jessica Guadalupe Jaramillo Orihuela se encontraba en el domicilio de Óscar García Guzmán, la Fiscalía del Estado de México no aprobó la orden de cateo a tiempo, lo que ocasionó el asesinato de la joven.
La #FiscalíaEdoméx, autorizó el ofrecimiento de una recompensa de hasta 300 mil pesos a quien aporte información útil, veraz y oportuna, para la localización y aprehensión de Óscar García Guzmán, investigado por la desaparición y muerte de una joven de 23 años en #Toluca. pic.twitter.com/2F2HnzG3CW
— Alejandro J. Gómez (@FiscalEdomex) 5 de noviembre de 2019
Guadalupe Jaramillo Orihuela y sus familiares se habían percatado del acoso de Óscar García Guzmán, en la Universidad Tecnológica de Toluca, donde la joven y el asesino eran compañeros, por lo que Guadalupe tuvo que cambiar de escuela.
“Una de las veces que fuimos a recogerla a la Universidad vimos a un joven detrás de ella. Cuando nos vio se escondió detrás de un poste.Era muy raro”, comentaron los padres de Guadalupe, los cuales decidieron cambiar de universidad a su hija por su seguridad.
El día de la desaparición de Jessica, 24 de octubre, su padre, quien la llevaba y recogía todos los días de la escuela, recibió un mensaje poco antes de las 21:00 horas.
“No se preocupe, me voy a casa de Óscar a una fiesta”, decía el texto, lo que no convenció al padre de Guadalupe, por lo que intentó llamarla para corroborar que todo estaba bien, pero la llamada nunca entró.
Ante esto la familia averiguo la dirección de García Guzmán, al día siguiente denunciaron la desaparición de Jessica, ya que además del acoso de Óscar a Jessica, la ubicación del celular de la joven apuntaba al domicilio de Óscar.
A pesar de esto, la Fiscalía del Estado de México, les manifestó que no podían hacer nada hasta 24 horas después de la desaparición de Jessica.
Tras insistir, consiguieron que policías de investigación y municipales acudieron a la casa de García Guzmán, pero al no obtener respuesta se fueron, dejando a la familia Jaramillo sola; esa fue la primera noche que pasaron frente a la casa del asesino de su hija.
A la mañana siguiente, el joven salió y amenazó a la familia de su víctima.
La tarde del 26 de octubre, los Jaramillo vieron a la joven por la ventana, al parecer bajo los efectos de alguna droga. Momento que volvieron a la Fiscalía, pero a pesar de esto nuevamente les dijeron que “Sin la orden de cateo no podían hacer nada. No podemos violar la ley”.
El 28 de octubre Óscar salió de su casa con una mochila, gorra y hasta saludó a los familiares de Jessica, momento donde se estaba dando a la fuga.
En la madrugada del 29 de octubre, la orden de cateo se aprobó, pero en ese entonces Jessica ya había sido asesinada.
Cuando las autoridades entraron a la casa de Óscar, no sólo encontraron el cuerpo de Jessica en el baño, con marcas de violencia en el cuello, sino el de dos mujeres más hasta ahora sin identificar y que estaban enterradas en el patio trasero.
Ahora la Fiscalía del Estado de México ofrece 300 mil pesos como recompensa a quien ofrezca información para dar con el paradero del asesino.
