El Hospital General 32 del IMSS, uno de los hospitales reconvertidos para tratar a pacientes de Covid-19, fue reconstruido tras el sismo de 2017 con un sobrecosto de 141 millones de pesos que no estuvo justificado ni autorizado, y dos años después la obra sigue inconclusa.
Una auditoría del órgano interno de control del IMSS encontró irregularidades como que se pagaron obras que nunca se realizaron, otras fueron duplicadas, hubo atrasos e inconsistencias en contratos y costos extraordinarios.
El gasto autorizado para la reconstrucción del hospital 32 Dr. Mario Madrazo Navarro, al sur de la ciudad de México, era de 160 millones de pesos según el contrato de obra pública, pero terminó costando 304 millones.
Los 144 millones extra fueron solicitados por el responsable de la jefatura de Servicios Administrativos de la Delegación Sur de la Ciudad de México del IMSS, cuyo puesto lo ocupaba entonces Erick Dakvel Ascencio Ángeles, a la Coordinación de Infraestructura Inmobiliaria cuando los trabajos ya se habían ejecutado y no antes, como marca la ley.
Según la auditoría interna realizada entre octubre y diciembre del 2019, en poder de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, además de los gastos improcedentes y duplicados se ejecutaron obras por 54 millones 326 mil pesos más IVA en obras que no eran necesarias para la reconstrucción. “Ni se acredita que se trate de trabajos provocados por factores ajenos al IMSS o al contratista por cambios motivados de alcances tecnológicos que incidan sustancialmente en la operación de las obras e instalaciones o para incrementar la seguridad o eficacia de las mismas”, dice la auditoría.
En la auditoría se describen otras irregularidades como que el jefe de departamento de construcción y planeación inmobiliaria del IMSS no acreditó haber obtenido la aprobación de autoridades superiores para ejecuciones de obras, falta de acreditación en el material utilizado para la construcción e irregularidades en el dictamen técnico para la adjudicación del contrato.
Durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, el hospital Mario Madrazo Navarro sufrió daños en acabados, plafones y muros sin daño estructural, según un dictamen del director responsable de obra Gustavo Oropeza, firmado en diciembre de ese año. “Dichas afectaciones no ponen en riesgo la estabilidad estructural, sin embargo estos deben repararse e incluso restituirse las piezas dañadas de muro de tabique en zona de escaleras”, señala el documento.
El IMSS publicó el 22 de mayo de 2018 la convocatoria para la licitación pública de la reestructuración y remodelación de este hospital localizado en Villa Coapa. Un mes después, el 13 de junio, las empresas Corpomara Constructores S.A. de C.V. y Desarrollo de Tecnología y Servicios Integrales S.A. de C.V. ganaron esta licitación de manera conjunta. La reconstrucción del edificio tendría un costo de 159 millones 835 mil pesos IVA incluido, estipulado en el contrato número 1832995 que se encuentra en Compranet.
Según la auditoría interna, estos costos se elevaron 144 millones 994 mil pesos por encima de lo estimado. De estos el Órgano Interno de Control identificó sólo 3 millones 442 mil pesos como justificados para su contratación.
El contrato contemplaba que la obra se realizaría del 19 de junio al 31 de diciembre de 2018; sin embargo, hasta hoy y en medio de la emergencia por la pandemia no está terminada la reconstrucción.
El aumento de casi el doble del gasto se debió a mil 154 conceptos extraordinarios, supuestamente realizados entre el 11 de octubre de 2018 y el 25 de septiembre de 2019.
“Incluye 407 conceptos por un total de $67,700,223.92 más IVA de los cuales 39 conceptos por 7,723,983.50 fueron cancelados; y 368 conceptos por un total de $59,967,249.42 son improcedentes, ya que por sus características son parte del alcance del contrato adjudicado, su pago generaría duplicidad”, señala la auditoría firmada por el titular del órgano interno de control, Esteban Villa Contreras y sellada el 23 de diciembre de 2019.
El órgano interno de control señala que una deficiente planeación e imprecisiones en los trabajos a contratar por parte de la autoridad derivaron en la ejecución de estos trabajos de manera irregular.
“En virtud de lo descrito, de los 1,154 conceptos por $124,994,992.87 más IVA incluidos en el dictamen técnico, únicamente se identificaron 4 conceptos por $2,967,942.63 más IVA que se estima son procedentes para ser contratados en términos de lo que establece el Reglamento de la Ley de Obras Públicas y servicios relacionados con las mismas”, señala el documento.
El encargado de despacho de la Delegación Sur de la Ciudad de México, a la que pertenece el Hospital General 32, a quien le presentaron la auditoría en diciembre de 2019, era Carlos Enrique García Romero, hoy titular de la unidad de Coordinación y Conservación y Servicios Generales del IMSS.
El IMSS señaló en una nota informativa, a solicitud de MCCI, que de los 141 millones de pesos que solicitaron las empresas constructoras por los trabajos extraordinarios, el Órgano Interno de Control sigue conciliando montos y conceptos con la empresa y no ha notificado alguna sanción hasta que termine este proceso.
«Se determinaron incumplimientos al marco normativo en la materia por los servidores públicos que participaron en cada uno de los procesos señalados. Lo anterior, con el objeto de que se subsanen las inconsistencias observadas que pudieran causar detrimento al patrimonio institucional», señaló el IMSS en la tarjeta informativa.
El hospital permaneció cerrado desde septiembre de 2017 y el pasado 3 de abril, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador visitó el hospital acompañado del director general del IMSS Zoé Robledo y la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Según Robledo, el hospital ya funcionaba de manera parcial para entonces y operaría como hospital de reconversión para pacientes con coronavirus a partir de que entrara en vigor la fase 3 de la pandemia, con al menos 63 camas de terapia intensiva y 50 ventiladores donados por la empresa Grupo INFRA.
La empresa contratista Corpomara Constructores, S.A. de C.V. es una empresa creada en 2005 encargada de ingeniería civil y arquitectura localizada en Naucalpan, en el Estado de México. Según la herramienta Contratobook, tiene seis contratos públicos desde 2016; la remodelación del hospital es su contrato más grande, seguido de la construcción de una clínica en Tláhuac del IMSS por 27 millones de pesos en 2018.
Desarrollo de Tecnología y Servicios Integrales S.A. de C.V. realiza ingeniería, construcción y mantenimiento en el sector industrial y su director es el empresario Adán Franco Bustamante, accionista también de las empresas Constellation Software Development S. A. de C. V. y Comercializadora y Procesadora de Materias Primas del Bajio S. A. de C. V. Ambas empresas compitieron de manera conjunta para la instalación de servicios del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en 2018.
MCCI buscó a Corpomara Constructores, S.A. de C.V. y Desarrollo de Tecnología y Servicios Integrales S.A. de C.V. vía telefónica y correo electrónico, sin obtener respuesta.
Crédito: Mexicanos Contra la Corrupción