El perredista que gobernara a la Ciudad de México se ha quedado solo. La bancada de los amarillos en el senado ha sido disuelta, ya que se requiere mínimo cinco representantes y apenas eran tres desde hace meses. Con esta herida letal para el PRD, Miguel Mancera quiere huir a Movimiento Ciudadano para no perder el fuero que lo mantiene protegido.
Claudia Sheinbaum ha señalado varios casos de corrupción detectados durante la administración de Miguel Mancera. El abogado se ha mantenido con un perfil completamente bajo, dedicado solamente al senado mexicano y cero crítico ante otros partidos políticos. Ahora que no tiene nada de poder como grupo, Mancera busca una casa urgentemente.
Movimiento Ciudadano ha coqueteado con la idea de integrar entre sus filas al que fuera jefe de gobierno capitalino. Pero la imagen de Miguel Mancera no es muy popular, y mucho menos limpia. Durante su mandato se disparó la violencia, la desigualdad capitalina, se apoderaron de la ciudad varios cárteles del narcotráfico y se dio privilegios a una mafia inmobiliaria que raya en lo ilegal cada que se revisa más a fondo el periodo del perredista.
Consciente de la situación, Miguel Mancera busca acuerdos políticos para mantener su fuero, su salario y seguir en los cargos públicos. Y es que pocas personas votarían de nuevo por ciertos perredistas que terminaron matando a su partido por aliarse a los deseos de Enrique Peña Nieto y sus reformas estructurales. Recordemos la lealtad que juró Rosario Robles al PRI, y en donde terminó su historia.
Ahora el PRD ya no existe en el senado mexicano y para las elecciones del 2021 no hay nadie que se atreva a ser candidato de un partido que ganó las elecciones presidenciales de 1944 (el fraude electoral que se aplicó a Cuauhtémoc Cárdenas) y en 2006 (el fraude electoral que se aplicó a López Obrador). Con el partido completamente muerto, los pocos perredistas de antaño ya crearon Futuro 21, un esfuerzo diminuto para seguir con vida.