México está investigando si algún funcionario estuvo involucrado en la masacre de 19 personas en el estado Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, después de que se encontrara en la escena del crimen un camión presuntamente asegurado por autoridades migratorias antes de las muertes.
La fiscalía estatal ha identificado hasta ahora a través de pruebas genéticas a dos guatemaltecos y dos mexicanos entre las 19 víctimas, halladas hace poco más de una semana y cuyos cuerpos estaban muy calcinados.
“Vamos a ver si incluso hay una responsabilidad de algunos de los funcionarios o de los servidores públicos del mismo Instituto Nacional de Migración”, dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, en conferencia de prensa.
Familias indígenas guatemaltecas han dicho que temen que seres queridos que intentaban emigrar a Estados Unidos se encuentren entre los muertos en Tamaulipas.
Un camión encontrado en la escena del crimen habría sido incautado por autoridades de migración en el vecino estado Nuevo León en diciembre, de acuerdo a reportes de medios locales.
El instituto de migración de Nuevo León no respondió a solicitudes de comentarios sobre la incautación del vehículo. La fiscalía de Nuevo León remitió a Reuters a la de Tamaulipas, que el sábado dijo que el camión había sido localizado en la escena de un “rescate” de 66 extranjeros por la policía local y autoridades de migración en diciembre.
La fiscalía estatal dijo el lunes que no podía confirmar la posterior incautación del camión por parte de la oficina de migración.
Sánchez dijo que el gobierno federal estaba al tanto del camión y del hecho de que podría haber estado en posesión de las autoridades de migración, pero dijo que el asunto seguía siendo investigado.
Los asesinatos han provocado una nueva consternación en México por los peligros a los que se enfrentan los migrantes, muchos de los cuales proceden de los tres violentos y empobrecidos países centroamericanos Guatemala, Honduras y El Salvador.