Personal de la caseta de cobro de la plaza 191, de la autopista México- Puebla, manifestaron su descontento por el maltrato a sus derechos , obligándolos a realizar tareas que no les compete, afectando principalmente su salud.
Los manifestantes informaron que desde que empezó la pandemia por el virus de la Covid-19, sus superiores les aseguraron que también ellos iban a tomar medidas sanitarias para cuidar su salud.
Por tal motivo, se supone, que comenzarían a cerrar carriles, para que solo hubiera dos personas cobrando en las cajas a los usuarios de la carretera y así poder cuidar la salud de por lo menos 18 cajeros.
Sin embargo, los quejosos, de quienes se tuvo que omitir nombres, debido a futuras represalias, aseguran eso no se ha cumplido el cuidado a su persona.
Ellos expusieron que son la única plaza, de todo el país, que los están poniendo a realizar tareas que no les compete, como abanderar sobre los carriles.
Por tanto los exponen a enfermarse por pasar varias horas al día bajo los rayos del sol, sin darles el equipo necesario, también los exponen a qué los atropellen y debido al cierre de carriles los usuarios también los han agredido con palabras altisonantes, de manera agresiva.
Una de las cajeras expresó » A una semana de estar operando dos carriles las llaves no han funcionado, debido a que en las filas se cobra en efectivo, son las 12 :00 horas del medio día y tengo dos horas aquí, en el sol, pedimos apoyo por favor porque el seguro no nos va a cubrir , no sabemos porque nos están poniendo a abanderar, cuando en otras plazas no se está realizando así».
Indicaron que, esa no es la manera en que sus superiores prometieron cuidarlos de la pandemia, ya que » También somos seres humanos y merecemos estar bajo las medidas sanitarias necesarias, como lo están haciendo en otras casetas de cobro».
Los cajeros de esta plaza de cobro 191 de la caseta de Ixtapaluca, comentaron que » estos se ha convertido en un caos, ya que cada vez hay más anomalías» porque un día los ponen a cobrar y al otro a abanderar y no les permiten utilizar en ningún momento sus celulares.
Por lo que piden se respete lo prometido, por sus jefes, de cuidar su salud y no exponerlos a un contagio.
