Durante la pandemia por Covid-19 en México han fallecido un total de 33 parteras, por lo que piden ser vacunadas como el resto del personal de salud, de acuerdo con datos del Movimiento de Parteras Nich Ixim.
Con motivo del Día Internacional de la Partera, que se conmemoró ayer, el Movimiento de Parteras Nich Ixim, en Chiapas, dio a conocer a través de un comunicado que durante 2020 y hasta abril de 2021 habían fallecido 33 parteras.
De acuerdo con información recopilada por este Movimiento, durante el año 2020, cerca de 200 parteras atendieron al menos mil 400 partos. En lo que va del 2021, un total de 65 parteras han atendido 573 partos; en todas estas atenciones hasta el momento no se ha registrado alguna muerte materna.
Sin embargo, señalaron, por seguir con este trabajo muchas parteras que integran este Movimiento han enfermado. Entre ellas 32 tuvieron síntomas sospechosos a Covid-19, algunas incluso llegaron a estar muy graves.
Pese a este riesgo, las parteras no han sido consideraras en el Plan Nacional de Vacunación como parte del personal de salud. “Nosotras no recibimos la vacuna, aunque estamos en la primera línea de atención y lo hacemos casi sin protección”, explicaron las parteras.
A modo de homenaje a estas mujeres fallecidas, el Movimiento de Parteras Nich Ixim recordó que las parteras suman más de 1400 años de atención a la vida y de servicio a sus comunidades.
“Desde que asumimos la enorme responsabilidad de ser parteras, acompañamos a las mujeres en sus embarazos, atendemos sus partos y cuidamos que los recién nacidos salgan adelante. El año pasado, a pesar de que la pandemia de Covid-19 nos dio miedo y preocupación, la mayoría de nosotras no dudó en seguir saliendo de sus casas para cuidar a las mujeres”.
“A pesar del riesgo, vimos que, sin nosotras, no había quién atendiera a las mujeres, ya que muchas de las clínicas cerraron y las familias no querían acudir a los hospitales por miedo a contagiarse. Aceptamos esa responsabilidad por nuestro compromiso con nuestros pueblos y las mujeres, como lo hemos hecho siempre”, relataron.
No obstante, denunciaron, este esfuerzo no ha sido respaldado por el gobierno. “Seguimos siendo invisibles para ellos. Hemos solicitado en varias ocasiones reuniones para hablar de los problemas que tenemos para atender a las mujeres y en especial cuando hay una urgencia durante el parto, pero no nos escuchan, ni nos dan respuesta.
El Movimiento de parteras también denunció que a pesar del trabajo que han realizado durante la pandemia, las instituciones de salud les siguen prohibiendo atender a las mujeres.
“Con un pensamiento que nos desprecia, siguen creyendo que las parteras tradicionales representamos el atraso, el pasado, y que la partería tiene que desaparecer. En Nich Ixim sabemos que tenemos derechos, que la partería tradicional como saber esencial de nuestros pueblos indígenas está reconocida por leyes internacionales y nacionales. No vamos a dejar que nos desaparezcan, nos desplacen ni nos subordinen. Vamos a seguir trabajando entre nosotras y con otras parteras que no están organizadas para que se unan en esta lucha de resistencia para la dignificación de la partería. La relación con los centros de salud, los hospitales, las y los médicos, los y las enfermeras, tiene que cambiar. Exigimos una relación horizontal, de respeto y reconocimiento de nuestros derechos, saberes y aportes”, explicaron.
De acuerdo con datos proporcionados por este Movimiento, la muerte materna ha ido creciendo en México toda vez que en lo que va del año 305 mujeres han muerto por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el postparto.
“Seguimos afirmando y confirmando que las parteras no somos las causantes de la muerte materna, sino al contrario, contribuimos a que esta cifra no sea aún más elevada. En algunos hospitales de nuestro estado sigue siendo muy difícil que las mujeres con complicaciones sean recibidas a tiempo y les den una buena atención. Sabemos de un caso en que una partera atendió dos partos afuera de un hospital, el mismo día, porque las mujeres fueron rechazadas al decirles que aún no era su tiempo”, relató el Movimiento.
Bajo este contexto, las parteras exigieron reconocimiento y dignificación de la partería tradicional; libre ejercicio de la partería: que no se les prohíba atender a las mujeres; respeto del derecho de las mujeres a decidir dónde y con quién parir; servicios de salud accesibles, de calidad y respetuosos en las comunidades; y derecho a la protección, conservación y transmisión de los conocimientos ancestrales.