Poseedores de grandes fortunas en todos los ámbitos acostumbraban evitar el pago de sus contribuciones al fisco, confiados en que no pasaba nada. Tal es el caso del exboxeador mexicano Juan Manuel Márquez, quien adeuda desde el ejercicio fiscal de 2012, donde le correspondía pagar el impuesto por 52 millones de pesos obtenidos por su pelea con Manny Pacquiao y otros depósitos diversos en sus cuentas bancarias, saldo que no fue saldado.

Fue hasta 2016 que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se decidió a fincar el adeudo al boxeador, pero aún sin consecuencias sino hasta 2019 que la nueva dirección fiscal confirmó el saldo contra Márquez, que respondió interponiendo varios recursos legales, mismos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha desechado, por lo que ahora, después de dos años de batallas legales y con el último recurso desechado por improcedente por la SCJN, el pugilista se verá obligado a resarcir el daño al erario causado.

La defensa de Márquez alegaba una retención de 1 millón 500 mil dólares de los 5 millones de dólares cobrados por la pelea con Pacquiao, sin embargo esa cantidad no fue pagada al SAT en México, como debió suceder, por lo que el boxeador debe liquidar el impuesto correspondiente a la cifra obtenida por el encuentro con el filipino.

A favor de Juan Manuel Márquez apunta que, al no ser considerado delito grave, tendrá la oportunidad de cancelar el crédito fiscal de manera voluntaria y, de no hacerlo, el SAT queda en libertad de asegurar el pago directamente de las cuentas bancarias del boxeador.