Este día se dio a conocer que una caravana con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos y que permanecía en Arriaga, Chiapas, decidió cruzar por el estado de Oaxaca y desistir del plan de movilizarse hacia el Golfo de México, para buscar llegar a la frontera del norte del país e intentar cruzar hacia Estados Unidos.

Los centroamericanos avanzaron hasta la colonia Azteca, a las afueras de Arriaga, para pasar la noche y luego retomar la caminata hoy domingo, por lo que se prevé su arribo en próximas horas.

En entrevista, el activista Irineo Mújica, integrante de la organización Pueblos Sin Fronteras que acompaña a los migrantes, indicó que éstos habían decidido no pasar por Oaxaca ante el temor de ser interceptados en las vías desoladas de la zona por la Guardia Nacional o ser reprimidos por sus habitantes:

Oaxaca ha sido muy represiva con los migrantes. Es donde están regresando a todos, y la caravana viene muy lastimada. Necesitamos empezar a tomar raites (aventones) para poder avanzar un poco más sin lastimar tanto a los migrantes”.

A su vez, en 15 días de éxodo, los migrantes han caminado cerca de 250 kilómetros desde que salieron el 23 de octubre de la localidad de Tapachula, que se encuentra casi en la frontera con Guatemala. La caravana, la de mayor dimensión que transita por México este año, llegó a sumar 4,000 personas, pero ya se ha reducido a casi la mitad.

Juan Ocampo y Jessenia Rodríguez, una pareja de nicaragüenses que viaja con dos menores, refieren que aunque llevan los pies desechos, no piensan en flaquear en su objetivo de llegar al norte.

Explicaron que los niños se han enfermado pero “vamos a seguir hasta el fin, para adelante. Cueste lo que nos cueste y el tiempo que nos lleve”, indicó Ocampo.

Cabe recordar que en dos semanas la caravana ha recibido dos intentos de detención dejando varios lesionados.