El pasado mes de septiembre, un equipo de médicos publicó en BMC Infectious Diseases un informe que identificó el primer caso de “síndrome del ano inquieto” en un japonés de 77 años con esta peculiar afección luego de pasar 21 días en recuperación por enfermar de COVID-19. Actualmente, los expertos estudian si esta dolencia tiene relación directa con los síntomas post COVID.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL ANO INQUIETO?
El caso reportó que, aunque el varón mejoró satisfactoriamente, algunas semanas después del alta hospitalaria comenzó a experimentar “molestias anales profundas” que le llevaban a acudir al baño constantemente, sin conseguir alivio luego de evacuar.
Los síntomas del hombre empeoraron al descansar, estar en reposo y durante las noches. El paciente percibió mejorías al hacer ejercicio.
Luego de acudir a realizarse estudios médicos, la colonoscopía del paciente reveló hemorroides internas sin otro tipo de lesiones rectales que pudieran explicar los malestares.
“Los hallazgos neurológicos, incluyendo el reflejo tendinoso profundo, la pérdida de sensibilidad en el periné y la lesión medular, no revelaron anomalías”, señalaron.
Si bien los expertos continúan estudiando el caso, explican en su informe que el nuevo coronavirus tiene un amplio espectro de síntomas, entre los que se encuentran respiratorios y nasofaríngeos, además de cerebrovasculares y neuronales, por lo que podría existir un vínculo entre este caso y el virus.