Esta semana la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) afirmó que de aprobarse la reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador, los precios de los productos podrían subir.
Debe “pensarse muy bien en temas como esta reforma energética, que puede afectar, puede impactar los costos de manera importante. Estimamos que el costo de la energía eléctrica es alrededor de 2% o 3% del precio de los productos, entonces, es enorme la afectación que se pudiera dar en la energía”.
Ante esto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reiteró una vez más que el propósito es que la “energía eléctrica llegue a todos los habitantes de México a través de la tarifa más justa que, además, crezca por debajo de la inflación”.
A través de un comunicado la empresa aseguró que las declaraciones de la ANTAD y otras organizaciones como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) o el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), es desestabilizan a la opinión pública con especulaciones alarmistas.
En suma, la comisión ahondó en el hecho de “al ver en peligro el esquema perverso que fomentó la reforma de 2013, quizás algunos empresarios hacen declaraciones sensacionalistas”.
“Por citar sólo un caso, sirven para ejemplificar cómo funciona este esquema para algunas empresas.
“Los permisos originalmente se otorgaron para que grandes fábricas generaran y consumieran su propia electricidad, pero fomentaron un mercado paralelo ilegal donde algunos permisionarios simularon tener “socios de un dólar” para vender esa electricidad utilizando las líneas de transmisión de la CFE para transportar su energía de una región a otra sin cubrir el costo real.
“Hoy hay registradas 239 centrales de autoabasto, un monopolio privado que tiene más de 77 mil 700 socios/clientes”.