Pese a que contaban con un oficio del Ministerio Público que avalaba la interrupción del embarazo de una menor de 10 años, familiares denunciaron que el Hospital Raymundo Abarca de Chilpancingo, Guerrero, se negó a practicarle un aborto.
El 14 de febrero, la familia de la menor denunció al personal médico tras negarse a interrumpir el embarazo.
El oficio del Ministerio Público instruía a la institución de salud a realizar el aborto, siempre y cuando no haya riesgos.
Pero familiares de la niña denunciaron que al llegar al hospital el personal de salud les solicitó firmar un documento para que se comprometieran a llevarla al centro de salud de su comunidad para dar seguimiento a su embarazo y que continuara con el mismo.
Además, les indicaron que regresaran en 8 meses al Hospital de Chilpancingo, en Guerrero para que la niña fuese valorada.
Actualmente, la niña está en el límite de las 12 semanas de embarazo, es decir, el máximo para considerar la interrupción legal.
En el caso intervino la Secretaria de Salud que indicó a través de un comunicado que tras realizar los estudios clínicos de laboratorio y de imagenología a la menor, se concluyó que presenta embarazo avanzado.
“A la paciente junto a su tía se le brindó información objetiva, veraz y eficiente sobre los riesgos que conllevaría la interrupción del embarazo . La menor junto a su tía tomó la decisión de no continuar con el procedimiento y se retiraron el mismo día 14 de febrero del presente año”, explicó la Secretaría de Salud.
Posteriormente, el miércoles 16 de febrero nuevamente se recibió a la menor en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, para una nueva valoración.
Cabe señalar que la menor fue abusada sexualmente por un primo, por lo que la interrupción de su embarazo era legal, en este sentido se violentaron sus derechos al negarle un aborto antes de las 12 semanas de gestación.