Fallece policía de Cuautitlan Izcalli al salvar a niño de ser atropellado

Escuchar Nota :
[responsivevoice_button voice="Spanish Female" buttontext="Play"]


“Sacrificó su vida por mí”, asegura con insistencia Omar Santiago, de seis años de edad.1

La madrugada del pasado 20 de septiembre, el policía estatal Alfredo Cruz Cruz aventó al menor cuando se percató que serían embestidos por un automóvil en avenida Chalma, en Cuautitlán Izcalli. El niño sobrevivió, pero el oficial murió en el sitio.

Cruz Cruz se convirtió en héroe para Omar y su familia, quienes saben que ofrendó su vida para salvar la del niño.
Omar y su padre Erick Quesada Vargas estaban en una reunión familiar y alrededor de las 14:30 horas del 20 de septiembre acudieron en motoneta a comprar refrescos. El adulto discutió con otro motociclista y pidió apoyo a un convoy de la policía estatal que pasaba por avenida Chalma, casi frente al Home Depot de Plaza San Marcos.

La última patrulla del convoy se detuvo y descendieron cuatro agentes del grupo Fuerza de Apoyo y Reacción (FAR) de la policía estatal, quienes apenas investigaban lo que ocurría cuando el conductor de un automóvil Shadow embistió a las dos motocicletas, una camioneta y la unidad policiaca.
En el sitio quedó el cuerpo sin vida de Cruz Cruz, mientras que el policía Jonathan Ramos Aguirre perdió una pierna y otros dos policías estatales sufrieron lesiones, al igual que Erick Quesada Vargas, padre de Omar, quien lleva más de un mes en el hospital Vicente Villada, ubicado en Cuautitlán, con severas lesiones.

 

El conductor del automóvil Shadow, Carlos “N”, de 45 años de edad, presuntamente conducía en estado de ebriedad.

“En lo que estaba en eso de querer sacar papeles y demás, alcanzo a ver que uno de los oficiales avienta a mi hijo. ‘Para allá, hazte para allá’, le dijo como con una desesperación y lo alcanza a aventar”, recuerda Quesada Vargas.

Añade: “Cuando veo que lo avienta (al niño) mi reacción fue de decir ‘quihubo’, pero no tuve tiempo, sentí un impacto, un golpe, pero así muy fuerte, que de plano, ya para mí lo demás fue en cámara lenta. En eso pierdo el conocimiento, del mismo impacto. No sé qué tanto tiempo pasaría en que recuperé el conocimiento. Vagamente recuerdo que tenía aquí su carita (del niño) frente a la mía, y él me decía ‘papá, papá despierta, yo te amo’”.
Yolanda Vargas Pérez, abuelita de Omar, menciona: “Omar dice que el policía lo salvó. Recalca mucho que se sacrificó por él, lo tiene muy presente. Dice que nunca se le va a quitar de su cabeza”.

El policía Pedro Antonio Sampayo y el comandante José Guadalupe Hilario Velasco, del FAR, quienes participaron en el operativo, relatan que todo pasó en cuestión de segundos y de pronto fueron embestidos por el automóvil; el oficial sufrió lesión en un tobillo y el jefe policiaco resultó ileso, pues estaba en la cabina de la patrulla.

“Nuestro trabajo es muy riesgoso, todos los días salimos a las calles y con mucho riesgo, a diario”, expresa Hilario Velasco.
Pedro Antonio Sampayo detalla que los cuatro elementos que fueron atropellados egresaron en el 2009 del Colegio de Policía de Nezahualcóyotl y ninguno de ellos rebasa los 30 años de edad.

Cruz Cruz, quien vivía en Chimalhuacán, dejó en la orfandad a tres menores de edad; fue sepultado en Nezahualcóyotl y durante su funeral se le rindió un homenaje.

El oficial Ramos Aguirre perdió una pierna y está en recuperación.

Quesada Vargas, quien labora como “toma tiempo” del transporte público en Cuautitlán Izcalli, menciona que agradece a Cruz Cruz su acción heroica, que salvó la vida del pequeño Omar.

Junto con su familia planea colocar una cruz en el sitio del accidente, en honor al policía estatal que sacrificó su vida por salvar la del niño.
“¿Con qué le pagamos?, con nada”, concluye la abuelita de Omar.

Comenta con tu cuenta de Facebook