Si se hace un requerimiento obligatorio es probable que disminuya el número de usuarios de bicicleta.

Apenas 3 de cada 10 ciclistas en la Ciudad de México utilizan casco, rodilleras, chaleco reflejante o algún otro objeto para su protección.

De acuerdo con el fundador de la organización Bicitekas, Agustín Martínez, protegerse no garantiza la seguridad; y si se hace un requerimiento obligatorio es probable que disminuya el número de usuarios de bicicleta.

“El casco es un factor de seguridad, pero no garantiza tu integridad, pero el ordenamiento de la calle es una mejor solución, señalizaciones…, el casco es más un asunto personal, por seguridad propia, pero a nivel macro no es un factor que aumente la seguridad, pero si se hace obligatorio disminuye el uso de la bici, porque se le quita esa imagen de facilidad”, aseguró.

El Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de México, realizado por Bicitecas A.C., recomienda proteger la cabeza ante posibles caídas de menos de 20 kilómetros por hora.

El gobierno de la ciudad ha considerado al transporte concesionario bajo un esquema de hombre-camión, por lo que la seguridad de los ciclistas es aún menor, ya que se ofrecen vías sin medidas de seguridad para quienes utilizan bicicleta además de la poca precaución de los choferes de transporte público o privado, aseguró Agustín Martínez al diario La Razón.

Las medidas e protección que se deben utilizar son chalecos reflejantes, luces, timbres, espejos, cliop de pedales, pedales reflejantes y casco.