No gastes más y luce una piel joven y hermosa.
Una piel hidratada dice mucho de tí, por ejemplo que tienes una buena salud, que no tienes vicios, que duermes y te alimentas con suficiencia, además de reflejar que tu organismo está funcionando como es debido.
No obstante, cuidar la piel en la mayoría de los casos resulta costoso, ya sea ir con el dermatólogo o aplicar cremas exclusivas y un largo etcétera, que quizá resulten perolo que por un lado te ayuda por el otro te desfalca.
Por tal razón te damos 5 consejos para mantener tu piel saludable con la mínima inversión:
1. Lava tus utensilios de maquillaje. Los cepillos, brochas y esponjas de maquillaje sucias son focos de bacterias y suciedad. Cuando frotas tu cara con estos terminas por obstruir los poros y promueves la aparición de granitos y puntos negros. Lava tus utensilios al menos una vez a la semana con un poco de champú y agua tibia para que queden como nuevos, así como tu piel.
2. Evita los dulces. Para un rostro de aspecto dulce, deja de lado el azúcar. El azúcar y los carbohidratos altamente refinados, como el pan blanco, arroz blanco, papas fritas y refrescos azucarados, pueden acelerar la formación de granos, así como el envejecimiento. ¿Por qué? Un proceso químico conocido como glicación, hace que al descomponerse el azúcar interfiera con las moléculas de proteína, disminuyendo la elasticidad del colágeno en la piel.
3. Toma duchas más cortas y frías. El agua caliente remueve las células grasas que retienen el agua en tu piel, dejándola seca y agrietada. Toma una ducha fría, así tengas que tiritar un poco.
4. Ponte en movimiento. En lugar de quedarte frente al computador o la televisión, sal a la calle y ponte en movimiento. Mantener los músculos tonificados nos sirve para esculpir el cuerpo, también ayuda a agilizar el transporte de nutrientes a las células, mientras que promueve la eliminación de toxinas. El ejercicio también puede ayudar a reducir hormonas de testosterona, relacionadas a esos horribles brotes.
5. Hidrátate. Recuerda beber mucha agua, alrededor de seis a ocho vasos al día, para librar tu cuerpo de toxinas. Cuanto menor sea la carga química con la que tu cuerpo debe lidiar (pesticidas, productos químicos sintéticos, metales pesados), mayor energía que tendrás para la renovación celular. Además, al estar bien hidratada no sientes hambre, mejorando no sólo tu piel sino también tu figura.
Con información de Fucsia