La inmensa mayoría de los españoles tiene un smartphone. Unsmartphone no es más que un sofisticado receptor y emisor de ondas electromagnéticas que con el tiempo ha ido hasta adquiriendo infinidad de funcionalidades. La mayoría de estas funcionalidades depende de Internet. Con lo cual, la inmensa mayoría de los españoles se ha convertido en un centro de comunicación invisible entre dispositivos electrónicos; antenas humanas cuyo impacto en el aire que les rodea ha retratado el mexicano Luis Hernan, doctorado en la Universidad de Newcastle, en una inesperadamente bella serie de fotografías llamada Digital Ethereal.

En ellas, una maraña de líneas luminosas de colores se agita sobre un entorno que, se ve, es perfectamente cotidiano. Frente a una fachada, las escaleras de una vivienda, o en el interior de un bar, un capullo rojo, azul y verde logra recoger, gracias a un instrumento creado por él mismo y que escanea las redes, la fuerza de la señal en imágenes. El resultado es, podría decirse, hipnótico. “El proyecto busca representar las tecnologías inalámbricas a través de una analogía deliberada a nociones de fantasmas y espectros”, explica Hernan por correo electrónico.

“Atravesar cualquier espacio significa atravesar las geometrías generadas por el radio analógico, las señales de WiFi de alguna estación cercana, bluetooth, redes de celular, señales del GPS”, continúa. “Pensar en el contenido del aire que nos rodea es fascinante, en cualquier momento nos encontramos flotando en una nube intangible e invisible de ondas electromagnéticas”. Para realizar estas fotos, Hernan ha utilizado un aparato de su invención llamado Kirlian y técnicas fotográficas de larga exposición.

Este es un pequeño aparato de madera con un corazón de tecnología libre Arduino. “Funciona con el mismo protocolo que utilizan los dispositivos digitales para reconocer las redes wifi disponibles en su entorno”, explica. Esto, conocido como escaneo activo, transmite una señal de reconocimiento, a la cual contestan todas las estaciones dentro de su rango de alcance”.

La intensidad de la respuesta es traducida en un código de colores, usando “la relación metafórica” del rojo como el valor más fuerte y el azul como el débil. Este se mueve por un espacio mientras una cámara con el obturador al mínimo registra el momento. Una versión electrónica de este aparato puede descargarse gratuitamente, en versión para Android. Hernan quiere que los usuarios hagan sus propias imágenes.

En estos momentos, se encuentra trabajando en nuevos sensores para registrar diferentes cualidades de las tecnologías inalámbricas. Asegura buscar “una representación que, además de capturar el aspecto técnico, también tenga la capacidad de inspirar formas nuevas de entender estas tecnologías”.