Hay que entender que votaron por él, aunque sea por un voto de castigo a los partidos.

¿Cómo entender que Cuauhtémoc Blanco pasó de futbolista a político? Y es que contrario a lo que se pueda pensar, en nuestro país no existe una relación histórica entre futbolistas y políticos. De hecho, en la mente de muchos sólo queda Carlos Hermosillo.

De acuerdo con el especialista Erasmo Zarazúa, son un conjunto de deportistas de finales de los 90 los que empezaron a entrar a la política en cargos menores como Diputados o Senadores, con bajo perfil y con el objetivo de ayudar a otros deportistas que carecían de atención.

La mayoría atletas olímpicos que fueron acogidos por la izquierda y buscaban una plataforma política para la promoción de su deporte.

Es por eso que llama la atención la jugada del “Temo” en Cuernavaca, un jugador que siempre se le agradeció su fama y cuyo toque era la confrontación, hoy hace lo mismo pero como alcalde.

Casos como el de Blanco hay muchos, pero en Brasil, donde ya se busca una cuota de poder. El futbolista mexicano no es parte de un gremio, en Brasil ya lo son, sea en un partido o en otro, buscan poder, dinero e influencia. Ya tienen su lugar en la pirámide social de aquel país.

-Tarjeta roja-

De acuerdo con el especialista, al igual que con un actor o deportista, en el asunto de la democracia son individuos como cualquier otro, tienen el derecho y la obligación de la participar.

Hay diputados que no saben ni leer ni escribir, porque dentro de la ley no se indica un mínimo de estudios, sólo basta ser ciudadano para ejercer un cargo público. Y aún así discriminamos al jugador, o a que sólo estudió la primaria.

Además, hay que entender que votaron por él, aunque sea por un voto de castigo a los partidos. Votaron por ellos sólo porque son famosos, no porque en verdad lo conozcan o tengan un proyecto.

Lo que muchas personas no perciben es que sale peor, no se fijaron por quién votaron, hicieron un voto de odio, y al final, ya no están a gusto.

-Fuera de lugar-

El hecho de que Cuauhtémoc sea alcalde de Cuernavaca, es un parteaguas para que nos fijemos como ciudadanía por quién se va a votar y que el voto de castigo puede se más contraproducente de lo que queríamos.

Otros famosos podrían empezar a lanzarse y aspirar a cargos de nivel más alto. Hoy Blanco mete la pata, como lo hacía antes, la gente se queja, pero ellos lo pusieron ahí.