“Ellos (los narcomenudistas) tienen a las más bonitas. No sé por qué a ellas les gustan ese tipo de chavos, les gusta meterse en problemas, a lo mejor se sientan más protegidas o les gustan sus motos, los coches, el peligro, el dinero, no sé”, comentan a EL UNIVERSAL Edomex dos chicos sentados en el parabús de un centro comercial en Atizapán, quienes visten suéteres del Conalep 1.

Ambos portan tenis negros, que son imitaciones de marcas caras, y el pelo a rape para parecer más agresivos, pero no lo son, de hecho son sumamente amables. Aunque no niegan que ha pasado por su mente, en alguna vez, convertirse en dealers, pues aspiran a tener lo que ellos tienen, incluyendo las chicas.

En noviembre de 2010, Cristina, una joven de 16 años que tomaba clases en el Cetis 35 de este municipio fue detenida junto con su novio, ambos iban en una motoneta. La razón por la que una patrulla los paró fue porque iban a exceso de velocidad sobre Gustavo Baz.

De acuerdo con los jóvenes que conocen esta historia, Cristina, vestida con una falda del uniforme ajustadísima y muy arriba de la rodilla, se empezó a poner nerviosa. Los oficiales optaron por abrir el compartimiento de la moto y fue cuando descubrieron quién sabe cuántas grapas de crack.

“Cristina dejó de ir a la escuela y a las segunda semana su mejor amiga nos contó lo que había ocurrido. Sabemos que sus mamá logró que no la detuvieran, pero ya jamás regresó a la escuela”.

Lo anterior lo cuenta Olga, estudiante de ese Cetis, quien agrega que Cristina, era una de las chicas más atractivas de su plantel. “Todos querían con ella, pero desde el segundo semestre le gustaban los jóvenes de la colonia Campestre, donde ella vivía. Ellos la traían y la llevaban”.

La colonia Campestre es considerada por los habitantes de Atizapán como la más afectada por el narcomenudeo, el robo a casa habitación y los asaltos a comercios.

De hecho, de acuerdo con los testimonios, de aquí son muchos de los jóvenes que se dedican a la venta de estupefacientes al menudeo y que esperan a bordo de motos a las estudiantes de los planteles como el Cetis 35, el Conalep 1 y la Preparatoria 87 ubicada en el Bulevar Ignacio Zaragoza.

A fuera de la Prepa 87, una muchacha de cabello corto y de piel apiñonada, porta la falda a cuadros de su prepa, ésta es demasiado corta y llama la atención de algunos de sus compañeros, se sube a la Yamaha de un chico de piel quemada que porta decenas de pulseras en las muñecas, se van por el Bulevar rumbo a un cine muy cercano.

Para obtener un diagnóstico certero de la situación del narcomenudeo en Atizapán y sobre todo en las áreas cercanas a los planteles educativos, EL UNIVERSAL Edomex buscó obtener esta información en el Ayuntamiento, sin embargo no hubo una respuesta.