El tzotzil Mario Pog de 37 años, originario de San Juan Chamula, obtuvo su libertad hace un mes y fue uno de los que logró recibir la bendición del Papa Francisco durante su visita pastoral en San Cristobal, Chiapas.
Mario Pog López, estuvo interno un año en el penal de Tapachula, acusado de robo, situación que nunca le fue comprobado, pero sí estuvo un año en prisión, denunció a Letra Roja, María Domínguez, esposa de Mario Pog.
Entrevistada vía telefónica -denuncia- que para los indígenas en Chiapas no existe la justicia, dice que son ignorados, abandonados en muchos casos por las autoridades.
Cuenta que su marido, no solo estuvo un año encerrado, sino que fue objeto de golpes y extorsiones en el penal de Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala. Lejos de ser apoyado por algún organismo de derechos humanos, fueron sus familiares que llamaron la atención a los medios locales para que revisara su caso en un tribunal de la entidad.
El supuesto robo denunciado fue hecho por un comerciante del poblado de San Juan Chamula, en los altos de Chiapas, según- la denuncia- fue la desaparición de 700 pesos de lo vendido y fue cuando se encontraba Mario Pog en el local.
María Domínguez, dijo que a pesar de las injusticias que se vive en la entidad, se hizo justicia con la libertad de su esposo y además recibió la bendición del Papa Francisco cuando estaba por realizar su homilía en San Cristóbal de las Casas.
Según organismos no gubernamentales en Chiapas, Jorge Cancino, presidente de la agrupación “Libertad y Justicia”, casos como el de Mario Pog López, es algo común en la vida cotidiana de las regiones altas, sobre todo cuando están abandonados y lejos de aplicar una justicia pronta y expedita.
La organización civil, “Libertad y Justicia”, existen al menos 120 casos de indígenas presos en Tapachula, Cintalapa, Comitán, Chiapa de Corzo, entre otros.