Luego de que fuera anunciada una nueva reglamentación vehicular en el Valle de México, los automovilistas y transportistas han mostrado su inconformidad debido, principalmente, a las modificaciones que serán implementadas al programa Hoy no circula.

La mala calidad del aire que respiramos los habitantes de la zona centro del país, obligó a las autoridades ambientales a proponer un nuevo plan vehicular, en el que las pruebas de emisiones de gases contaminantes sean más rigurosas y, a la vez, mayormente efectivas.

Asimismo, se estableció que los vehículos de modelo 2016 y posteriores, así como los que funcionen con base en energía eléctrica quedarán exentos de dichas pruebas cuando menos cuatro años. Ello gracias a que estos garantizan mínimas emisiones durante los primeros 100 mil kilómetros de recorrido.

La Norma Emergente de Verificación Vehicular NOM-EM-167-SEMARNAT-2016 también alcanzó a los vehículos utilizados para el transporte público, pues se ha dado a conocer que no se brindarán nuevas concesiones a microbuses que no garanticen sustentabilidad ambiental.

Como es costumbre últimamente, las redes sociales encendieron el tema y los usuarios hicieron uso de ellas para mostrar su descontento hacia las nuevas medidas.

Aunado a estas situaciones, el ambiente general en torno a la polémica generada es de desconcierto pues en cierta medida existe desconocimiento sobre el impacto que tendrán las medidas en la movilidad, principalmente la de los capitalinos.

Esta nueva implementación tendrá aplicación en vehículos con placas de la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, por formar parte de la zona conurbada que rodea la Megalópolis.

Letra Roja recabó varios testimonios:

Adrián Paz, taxista de tiempo completo está harto de las modificaciones que, asume, están pensadas por el gobierno para sacar provecho de la propia ciudadanía. “Ya no saben qué meter. Si no es una, es otra cosa, el chiste es amolarnos […] A los que deben parar es a otros: a los camiones que echan mucho humo”, aseguró indignado el conductor.

Raúl, dueño de un automóvil modelo 2005 considera que la nueva norma está pensada para quitar de circulación los autos de modelo antiguo para dar paso a los más recientes. “Lo que quieren es modernizar los vehículos para que los autos viejitos salgan de circulación […] (los cambios) servirían si se terminara con la corrupción en los verificentros”, denunció el automovilista.

El transporte público también se ve afectado con la norma. Pedro Hernández, chofer de autobús en la ruta 4 al poniente de la ciudad, cree que las autoridades están equivocadas al realizar tantos cambios en las regulaciones, aunque reconoce que las principales consecuencias afectarán a gran parte de la flotilla de autobuses que se encuentra en malas condiciones.

“Con todo lo que están haciendo, el gobierno está mal. Lo del no circula puede ser para bien pero lo de la verificación nos afecta demasiado […] para ser honesto hay cada carro aquí que ya es viejo y nos van a dar en la torre”, reconoció preocupado el conductor.

Por su parte, el señor Andrés, quien es conductor de  combi desde hace 20 años, piensa que el gobierno se ha mostrado despreocupado por las consecuencias que pueda arrastrar la modificación, la cual piensa que puede beneficiar al medio ambiente pero que afectará al bolsillo de la ciudadanía.

“Estamos oyendo que quieren cambiar los taxis a eléctricos e híbridos. No (creo que sea efectiva para el medio ambiente) porque hay muchas cosas que contaminan pero se están agarrando del transporte”, aseguró el transportista.

Esto es prueba de la multitud de opiniones que ha generado la polémica norma emergente, la cual ha dejado más dudas que certezas sobre su funcionamiento y, sobre todo sobre la eficacia que vaya a tener. Asimismo, la desinformación que ronda el tema es un ingrediente más que condimenta la paranoia colectiva.

“Ni idea tengo de lo que me hablas. No sé si lo hicieron público o no pero yo no tengo ni idea”, confesó José Luis, chofer de oficio desde hace más de 10 años.