El que no vio la mano, pero sí validó el tanto, fue el árbitro de Túnez Ali Benneceur
Una placa de metal resiste el paso del tiempo en un muro del Estadio Azteca de la Ciudad de México para conmemorar que Diego Armando Maradona anotó el 22 de junio de 1986 dos goles históricos, “La mano de Dios”, y el mejor del siglo XX.
“El Estadio Azteca rinde homenaje a Diego Armando Maradona por su extraordinario gol anotado en el partido Argentina-Inglaterra con el cual pasaron a las semifinales. 22 de junio de 1986″, recuerda la placa clavada en piedra volcánica de la base del estadio.
Justo siete días después de aquellos extraordinarios goles, la Argentina de Maradona levantó el la copa mundial, la segunda que ganaba después del 78, éxito del que se cumplen ya 30 años.
Maradona rozó el cielo en esa jornada cuando con ingenio calificó como “la mano de Dios” el gol que firmó recién iniciada la segunda mitad de aquel partido. Sus goles tuvieron como testigos a 114 mil 580 aficionados que estaban en el estadio Azteca.
El que no vio la mano, pero sí validó el tanto, fue el árbitro de Túnez Ali Benneceur, quien todavía hoy defiende su decisión al señalar que lo marcó como bueno porque su línea, el búlgaro Bogdan Dotchev, corrió al centro del campo.
