Desde su captura, este delincuente coludido con los custodios hace y deshace, incluso sigue manejando sus negocios de narcomenudeo
En 2008 policías de la Ciudad de México lograron la captura de César Avellaneda Figueroa, alias “El Huevo”, sicario que tiene en su historial la muerte de al menos nueve personas en la capital y en el Estado de México, sin embargo este criminal sigue cometiendo ilícitos en las narices del sistema penitenciario que encabeza Hazael Ruiz.
Desde su captura, “El Huevo” coludido con los custodios del Reclusorio Oriente hace y deshace, incluso sigue manejando sus negocios de narcomenudeo –como muchos- desde prisión.
Hasta principios de junio, Avellaneda recibió la ayuda del exsubdirector de Seguridad, Raúl Cano Escalera, que como hemos evidenciado en Letra Roja hacía grandes negocios en el Reclusorio Oriente, uno de los más conflictivos de la Ciudad de México y que han puesto en jaque a las autoridades del gobierno capitalino.
Además, este medio de comunicación obtuvo el testimonio de personas que, por cuestiones de seguridad, prefirieron omitir su identidad y que aseguran este delincuente intervino en la reciente fuga de dos internos en el área de juzgados del Reclusorio Oriente, como apoyo a sus “compañeros”.
“El Huevo” es uno de los consentidos, la razón: la jugosa paga que da a los custodios y comandantes con tal de que su ley se cumpla, suma que va de los ocho mil a los 10 mil pesos a la semana.
Además de continuar con el trasiego de droga, el criminal protegido por el Sistema Penitenciario es conocido por amedrentar a los demás internos. Golpes y torturas a la población es lo que los custodios del penal pasan por alto.
En entrevista para Letra Roja un custodio justificó el hecho de que estos funcionarios acepten dinero de los internos, bajo salario fue uno de los motivos, el otro: el sistema te obliga.
Sin embargo, varios internos, culpables o inocentes, padecen amenazas, torturas y hasta son trasladados a otros penales, todo por privilegiar a quien más dinero tenga que ofertar.
Avellaneda antes de su captura operaba en el Estado de México y en la delegación Gustavo A. Madero, donde sus principales ilícitos era el robo de vehículo y el narcomenudeo, además de ser un sicario a sueldo.