El programa Médico en tu casa es mejor de lo que esperaban

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La atención de los demás médicos mejoran su ánimo y como que le han dado más ganas de vivir

El destino es la Unidad Habitacional Lomas de Plateros, donde uno de sus edificios alberga el departamento de Elizabeth y Beatriz. Hoy personal de El Médico En Tu Casa las visitará… como en otras ocasiones.

Son las 10:40 de la mañana, el personal médico desciende del vehículo para dirigirse a pie hacia el tercer piso y tocar el timbre. Eli reconoce a la mayoría, saluda a todos con agrado y pide esperar unos minutos; entra a la recamara por Bety.

“Cuando yo nací Bety tenía 13 años y me cuentan que ella me cuidaba, me peinaba, me cambiaba el pañal y me bañaba y ahora los papeles se han invertido” comenta Eli quien a sus 78 años cuida de su hermana de 91.

El equipo que hoy visita a las hermanas Ángeles Pérez se compone de: nutrióloga, psicóloga, enfermera, odontólogo y dos médicos. Para Eli contar con el servicio médico domiciliar para Bety es muy importante: “estoy muy agradecida, nos sentimos afortunadas, porque trasladar a Bety ya no me es posible”.

Aunque Bety vive con su hermana menor desde hace 18 años fue tan sólo hace seis años que a raíz de una caída se lastimó cadera y piernas y su movilidad se vio restringida: “ya era complicado que se desplazara sola, tuve que comprarle una andadera, de esas sencillas”, afirma Eli.

Foto: Letra Roja
Foto: Letra Roja

Eli tramitó el Seguro Popular para Bety, quien no tuvo familia, no hizo una carrera ni trabajo y por ello “no contaba con ningún médico”. Pero debido a la condición física que dificulta la movilidad de Bety, Eli tenía que conseguir y pagar la ayuda de dos personas para poder llevar a su hermana a las consultas.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) en 2013, de la población no economicamente activa (PNEA) el 79 por ciento está afiliada; por cada 100 personas 45 están inscritos al Seguro Popular, 43 al IMSS y 7 al ISSSTE.

La enfermera coloca a Bety en una silla, le toma signos vitales; presión y nivel de azúcar en orden. Entra un médico y la ausculta, su ritmo cardiáco bien, sus reflejos y su buen ánimo asoman un buen reporte.

Ingresa la psicóloga, platican algunos minutos, se oyen sonrisas; todo en orden, se pide a la familiar seguir permitiendo a Bety que haga la mayor cantidad de actividades posibles por ella misma.

Quizás el beneficio principal por atribuir al programa sea que el paciente mejora anímicamente y esto se refleja en su calidad de vida: “yo veo como mi hermana se alegra de recibir la visita. Antes Bety dormía la mayor parte del día, no comía en la mesa, todo lo quería en su cama; ahora hasta se arregla en espera de que vengan sus médicos”, comenta Eli.

Eli refiere que en su oportunidad ella ha recomendado abiertamente a la gente que se acerque y haga uso del programa de El Médico En Tu Casa, “porque es un servicio bueno, gratuito y oportuno para quienes a veces no cuentan ya con la fuerza o los medios para ir a los lugares y necesitan la atención”.

Es el turno de un joven alto y con anteojos, con ambas manos jala una especie de maletín de unos 45 kilogramos al que llama “robot”, es su equipo odontológico portatil. Después de 10 o 15 minutos Bety ha recibido tratamiento oral, no se ha quejado ni un poco. Los médicos elogian su disposición.

Foto: Letra Roja
Foto: Letra Roja

Eli también tiene su turno, platica un poco con el equipo de El Médico En Tu Casa y siempre agradecida menciona que: “las visitas se han hecho frecuentes, a veces ni los esperabamos tan pronto y sea por revisión o por medicamentos ellos vienen. Cada que abrimos la puerta es una alegría saber que son los médicos, porque sabemos que traen la atención que Bety necesita y de pasadita también me revisan a mi”.

“Noto que platicar con la psicóloga, que le cuiden sus pies, su boca y la atención de los demás médicos mejoran su ánimo y como que le han dado más ganas de vivir; Bety ha cambiado su actitud definitivamente y eso es lo que más valoro como resultado positivo de recibir este apoyo que para mi es invaluable”, expone Eli.

En la ENESS-2013 hasta ese año las personas de 60 años y más representaban alrededor de 12 millones de la población, de los cuales 1.5 millones requerían de algún tipo ayuda para realizar sus actividades. El programa El Médico En Tu Casa en gran medida está dirigido a este sector.

“Yo tuve suerte”, afirma Eli, “viendo mis dificultades y la necesidad de mi hermana una amistad me dijo un día que viera lo del programa de El Médico En tu Casa, para que el médico viniera a casa, yo no lo creí, me dijo que en el radio estaba saliendo el teléfono lo anotaron para mi, me lo compartieron y llamé.

Al hacer mi llamada me indicaron que tenía que ir con mis papeles del Seguro Popular al Centro de Salud que me queda cerca y fui. Expliqué el caso de Bety y me programaron en su lista de visitas. La primera, la segunda y luego, ya no sé ni cuántas visitas llevo en más de un año que nos atienden”, afirma Eli, quien espera mayor y mejor difusión de estos servicios.

Han transcurrido entre 30 y 40 minutos. Los médicos se acercan con la cuidadora le preguntan si tiene dudas o algo extra de lo que requiera información. Empiezan a recoger sus materiales y a despedirse, tienen más visitas que realizar.

Las visitas del programa, detectan las necesidades en cada hogar, el diagnóstico que se realiza no es sólo a nivel físico, sino también mental, emocional y social. Para que más personas se vean beneficiadas por este y otros programas de asistencia pública es necesario que tanto autoridades como personal médico informen de manera sencilla y constante al público en general el detalle del tipo de servicios a los que se pueden tener acceso de manera gratuita.

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