La semana pasada nos enteramos que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional quiere participar en las elecciones presidenciales de 2018. Ante estos hechos, por lo menos dos aspirantes -Andrés Manuel de Morena y Margarita Zavala del PAN-, han emitido sus comentarios.
Lo señores apoyan y no les queda de otra, y es que surge una duda que no se puede evitar: ¿A quién beneficia que el EZLN quiera competir?
Para nadie es un secreto que los zapatistas mueven los hilos de las comunidades indígenas de Chiapas y otros estados, y que tiene influencia moral en cientos de personas. A pesar de que su movimiento se ha desvirtuado y a pesar de que han perdido credibilidad, de algo servirá.
Estamos ante una porción más de la fracturada izquierda nacional, una porción que va por sectores marginados y pobres. Aunque el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano podían ir juntos para enfrentar a Morena, veremos quién se queda con esta sección.
No hay que perder de vista que justo en esta zona domina el Partido Verde -que es el aliado número uno del PRI-, y este último ganaría más con el voto dividido. El voto seccionado, no sirve de nada a la izquierda, y mientras no haya un plan b, desde ahorita podemos adelantar que la derecha gana terreno hasta en la tierra de los surdos.