El inspector jefe que dirigió la Operación Candy que se saldó con la detención del presunto pederasta de Ciudad Lineal ha explicado hoy que identificaron al acusado en agosto por su “firma” ya que engañaba a las niñas diciéndoles que iban a gastar “una broma” a un familiar.
Lo ha dicho en la tercera sesión de la vista oral que se celebra desde el pasado martes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid contra Antonio Ortiz, para quien la Fiscalía pide 77 años de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas.
En su declaración como testigo, el inspector jefe del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional ha explicado que el dato de la “broma” fue crucial para identificar y detener al presunto autor de las cuatro agresiones.
Al respecto, ha contado que ya en julio la policía había reducido el grupo de 50 sospechosos a tres, entre ellos Antonio Ortiz, gracias a los detalles que aportaron las tres primeras niñas y los abundantes antecedentes policiales que este tenía.