Ante la reciente captura del exsecretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pareciera ser que podría resolverse o avanzarse en la investigación de los estudiantes desaparecidos.

Y es que no por nada la Procuraduría General de Justicia (PGR) ofrecía una recompensa de hasta dos millones de pesos a quien diera alguna pista del paradero de este hombre que estuvo prófugo de la justicia por dos años por ser el enlace entre el exalcalde y grupos delictivos, con gente como Sidronio Casarrubias, el presunto líder del cártel Guerreros Unidos.

Cuando se detuvo a Sidronio Casarrubias el 18 de octubre de 2014 y de acuerdo con el entonces procurador Jesús Murillo Karam, el delincuente señaló a la señora María de los ángeles Pineda Villa, esposa del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, como “la principal operadora de actividades delictivas desde la presidencia municipal, en complicidad con su esposo y el secretario de Seguridad Felipe Flores Velázquez”.

Hay que destacar que a Felipe Flores  las autoridades incluso lo dieron por muerto en octubre de 2015 y se dijo que quizá murió asesinado por los Guerreros Unidos.

Un día después del ataque a los normalistas, el 27 de septiembre de 2014, el entonces mando policiaco declaró ante la Procuraduría General de Justicia de Guerrero (cuando prácticamente todos los elementos de la corporación municipal estaban detenidos por el hecho), no haberse percatado sobre los hechos ocurridos el 26 de septiembre.

En esa ocasión, declaró que incluso, se asomó por la ventana del Palacio Municipal porque creyó escuchar disparos de arma de fuego y un griterío, pero luego no escuchó nada más y regresó a su oficina, detalla La Jornada en línea.

Posteriormente, modificó esa declaración y dijo que recibió reportes del C-4 que estaban en el centro de Iguala que le informaron que se registraron hechos violentos en dicha región.

Flores Velázquez también declaró que “el día en que se registran los hechos violentos me llamó el presidente municipal y me dice que corrobore si no hay personas privadas de la vida, porque corren versiones en redes sociales de que hubo personas privadas de la vida en la explanada… Le reiteré que no hay tal situación porque yo personalmente estuve ahí; me dijo que estuviera atento”. Con lo anterior se corroboró que el exalcalde mentía al afirmar que nunca se enteró de lo sucedido.

Entonces, con todo lo anterior, cabría preguntarnos, ¿con las declaraciones de este personaje por fin se llegará a la verdad del asesinato de los normalistas, o volverá a ocultar y omitir información relevante?