¿El hartazgo social nos convierte en asesinos? La otra cara de los linchamientos

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Los ciudadanos ya no tienen fe, ni confían en el sistema de justicia de México, por eso resulta muy común que hagan justicia por propia mano y acaben con los delincuentes.

Te hemos presentamos aproximadamente 10 casos de linchamientos en menos de un mes. Pero, ¿sabes cómo se juzga a los ciudadanos que deciden quitarles la vida a los rateros?

De acuerdo con el jurista penal Mauricio Salinas, cuando tú realizas una conducta de acción o de omisión que se encuadre en algún tipo penal establecido en el Código Penal, se te atribuye una responsabilidad de este tipo.

Hay dos tipos de conducta: cuando no es con intención culposa y con intención dolosa. Además existen distintos tipos de eximentes de responsabilidad penal.

Por ejemplo, si actúas en defensa propia y puedes comprobar que tu vida estuvo en peligro, se puede “justificar” la acción.

Es decir, si compruebas que un asaltante quiso matarte y reaccionas para salvarte, se considera como “repeler una agresión” y no te pueden juzgar más que por lesiones

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Sin embargo, si algún ladrón intenta robarte pero no atentó contra tu vida y tú sí lo haces se te juzgaría por el delito de homicidio y te darían de ocho a veinte años de prisión.

Además si al repeler la agresión evitas que tu vida o integridad siga en peligro y después de eso realizas alguna conducta para agredir al asaltante se considera exceso de legítima defensa. Por lo cual si te “excedes” serías procesado por el delito de homicidio doloso, como cualquier asesino.

Según el abogado Diego Burgos, los linchamientos evidencian la crisis de autoridad y forman parte de una crisis de Estado que no llevan a la sociedad a conducirse de manera democrática, pues al aplicar la justicia por mano propia caemos en un círculo vicioso, en el que “las víctimas” pasan a ser los victimarios.

Además nada justifica estos actos, “no se puede combatir la violencia con más violencia”, destacó el jurista.

Lo recomendado, para Burgos, es que los ciudadanos denuncien los delitos y no sean parte de ellos.

Otros juristas entrevistados  para Letra Roja reconocieron que el sistema de justicia en México y el gobierno estáN orillando a que los pobladores apliquen la ley del ojo por ojo, pues dejan los delitos impunes.

Cifras en ascenso:

A pesar de las opiniones vertidas y la controversia que genera esta situación en México, los linchamientos están claramente en ascenso.

Tan sólo en 2015, se registraron aproximadamente 63 “castigos” que terminaron con la vida de delincuentes en diferentes estados de la República Mexicana.

Las entidades que tuvieron mayor incidencia en este delito, son: Puebla, Estado de México y el Distrito Federal.

En 2016 las cifras no han incrementado, sino todo lo contario.

La impunidad y la crisis de la autoridad se expresan en el hartazgo de la ciudadanía hacia el Estado que demuestra que es incapaz de resolver los problemas, pero ¿es la solución correcta?

¿El hartazgo social nos convierte en asesinos?

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