Un miembro de la Policía Federal Ministerial, quien trabajaba como escolta de Alfredo Castillo cuando fue comisionado en Michoacán, está señalado como el principal responsable del intento de secuestro cometido en contra de la empresaria Lucrecia Pacheco González, ocurrido en octubre de 2014 en el Estado de México.
El acusado es Olinsser Castillo García, quien trabajaba con el excomisionado desde el caso de la muerte de la niña Paulette en 2010, mismo que se encuentra en activo dentro de la Procuraduría General de la República desde 2013, después de la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República.
Olinsser está catalogado como “subjefe de agentes de seguridad”, adscrito a la Policía Federal Ministerial, con una plaza de confianza por la que percibe 62 mil pesos mensuales y con domicilio en Izcalli del Valle, municipio de Tultitlán, Estado de México, exactamente a unas calles de donde ocurrió el intento de secuestro, hace dos años, cuatro meses, informó una investigación especial de Aristegui Noticias.
Además, la empresaria involucrada también denunció a Jair Mario Castillo García, el cual trabajaba con Castillo en la Comisión para la Seguridad en Michoacán, ostentando el puesto de “jefe de departamento” con el que apoyaba las “labores administrativas”. Anteriormente también fue elemento de la Policía Ministerial del Estado de México.
Como si fuera coincidencia, el domicilio de Jair Mario también está ubicado a unas calles de donde ocurrió el intento de secuestro de la empresaria.
Así, Olinsser, Jair y Lucrecia Pacheco están separados por unas cuentas cuadras y una caseta de vigilancia.
Los hechos fueron narrados por la empresaria al equipo de investigación de Aristegui, a quienes les contó cómo los empleados de Castillo y otros sujetos aún no identificados de manera oficial, trataron de secuestrarle en frente de su propia casa, el pasado 27 de octubre de 2014, por lo que primero pensó que se trataba de una confusión.
Olinsser sacó un arma de fuego con la cual la amenazó e intentó llevársela por la fuerza, mientras su familia se daba cuenta todo todo ello, por lo que su hermano comenzó a forcejear con los otros sujetos.
Pacheco aseguró que la situación se salió de control y gracias a que a Olinseer se le cayó su arma de fuego, no pudo perpetrar el secuestro.
