Un noviazgo de siete meses le valió la reclusión en un anexo sin presentar ningún tipo de adicción, sólo para que “La curen de su homosexualidad”. A un mes de que su novia permanece recluida, Andrea solicitó el apoyo de organizaciones sociales, de la Defensoría Estatal de los Derechos Humanos y formalizó una denuncia ante la Fiscalía General contra la privación ilegal de la libertad de su pareja.
Mientras se realizan las investigaciones y se mantiene la secrecía del caso, diversas organizaciones se unieron para exigir la libertad de la novia de Andrea y la regulación de los anexos que operan en el Estado, porque aceptan a personas sin adicciones para “curarlos” de la homosexualidad.
“Antes (a las lesbianas) las recluían en conventos y en psiquiátricos, hoy las metemos a los anexos, cuando nuestras madres y abuelas lucharon porque las decisiones las tomen las mujeres y ahora se recluye a una ciudadana, porque es mayor de edad, porque sus padres no aceptan que es lesbiana”, denunciaron Walter López y Gisela Sánchez.
Acompañada de su madre, quien respalda abiertamente a su hija, Andrea narra que los padres de su novia decidieron ingresar a la chica a un anexo hace un mes, en contra de su voluntad, sin tener adicciones y a pesar de que tiene 19 años, “La llevaron engañada, porque no aceptan que es homosexual”.
“No tiene un problema de adicción. Atentan contra su libertad, su derecho a decidir sus preferencias, como ciudadana, como mujer, tiene derecho a elegir sobre su cuerpo”, afirma Andrea, quien se aferra del brazo de su amigo Arturo.
A sus 19 años de edad, le resulta importante que se denuncie que en Querétaro todavía se presentan estos casos, que se sepa cómo tratan a los homosexuales, porque “Tenemos el testimonio de un interno de ese anexo, que pudo hablar directamente con ella, ella dijo que fue llevada contra su voluntad, no sabía que la iban a llevar a ese lugar y (sus padres) la llevaron por ser homosexual”.
Andrea, intentó tener contacto con ella pero se le negó y la familia tampoco quiso darle informes sobre su paradero, sólo le dijeron que no estaba en la ciudad y que la ingresaron a una clínica “Para que la ayudaran por sus problemas de conducta, porque ya no sabían qué hacer con ella, porque tenía una desviación sexual y no lo iban a aceptar nunca”.
Los padres se referían a los “problemas de conducta de su hija” como rebeldía que le impedía llevarse bien con ellos, llegar tarde y sobre todo, ser lesbiana, porque sostenía una relación desde hace tiempo con Andrea, aunque tuvo otras novias en el pasado.
Con el apoyo de diversas personas, Andrea averiguó el sitio donde se ingresó a su novia, en esta ciudad, y se presentó una denuncia ante la Fiscalía General por privación ilegal de la libertad en contra de los padres de familia que la ingresaron, todo con el respaldo de la Defensoría Estatal de los Derechos Humanos.
PIDE RESPETO HACIA LA NOVIA DE SU HIJA
La madre de Andrea se enteró de que su hija era lesbiana hace apenas cinco meses y le presentó a su novia. Lo único que supo decir en aquel momento era que como fuera, sin importar sus preferencias, seguía siendo su hija y la tenía que apoyar en todas sus decisiones.
“Siempre la voy a apoyar porque yo la amo, y me duele mucho por lo que está pasando. Su novia no es ninguna adicta ni nada. Es muy positiva, muy alegre, no tiene adicciones, es muy inteligente también”, insistió la madre de Andrea.
El rechazo a la relación entre las dos chicas fue notorio desde hace tiempo. Andrea le platicó a su madre que quitaron la puerta del cuarto de su novia para vigilarlas cuando iba de visita. Para la madre de Andrea eso no es más que una falta de respeto y de cariño para ambas jóvenes y llegó al máximo cuando se le recluyó en el anexo.
“Es una injusticia porque son personas egoístas quienes piensan que sus hijas son diferentes y que no merecen respeto, eso es injusto, esas personas son las que deberían estar en un anexo, recibiendo ayuda psicológica, porque eso no se hace”, consideró.