La productora del grupo humorístico brasileño Porta dos Fundos, ganador de un Emmy, sufrió este martes un ataque con cócteles molotov en su sede de Río de Janeiro, en medio de la polémica generada por su especial de Navidad en el que presentan a Jesucristo como un homosexual.
Dos artefactos fueron lanzados en la madrugada de este martes, víspera de Navidad, contra la fachada del inmueble donde está localizada la productora del colectivo, según informaron sus asesores en un comunicado.
El impacto de los cócteles molotov desató un fuego que causó daños materiales en la entrada y la recepción del edificio, y que fue extinto por un agente de seguridad privado que estaba de guardia.
Um dos seguranças conseguiu controlar o princípio de incêndio e não houve feridos apesar da ação ter colocado em risco várias vidas inocentes na empresa e na rua.
— Porta dos Fundos (@portadosfundos) 24 de diciembre de 2019
Porta dos Fundos, un exitoso colectivo de humor creado por cinco amigos, informó que entregó las imágenes de las cámaras de seguridad de las que dispone a las autoridades de Río de Janeiro.
Asimismo, condenó “cualquier acto de odio y violencia” y espera que los responsables “sean encontrados y castigados”, al tiempo que reafirmó su disposición a continuar trabajando “más unido, más fuerte y más inspirado por la libertad de expresión”.
La Policía ha abierto una investigación para esclarecer los motivos del ataque.
El programa especial de navidad de este año de Porta dos Fundos, titulado La primera tentación de Cristo y disponible en la plataforma Netflix, ha generado una intensa controversia en Brasil, tras las quejas de líderes evangélicos que exigen su prohibición.
En la obra, el grupo, que ya había protagonizado polémicas por otros abordajes satíricos sobre asuntos religiosos, relata en su producción de 46 minutos las peripecias de Jesús para presentarle a su familia a su novio.
El Diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del Presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, llegó a calificar la película de “basura” y a sus creadores de “personas que no representan a la sociedad brasileña”.