Ciudad de México.- Agustín Carstens se pone ‘pesado’ y comienza a decirles a los políticos que ‘se aprieten el cinturón’ o provocarán que el sistema económico mexicano colapse. “No hay dinero para regalar”, advierte a los políticos.
Mientras que en el Estado de México la entrega de dádivas brilla por su onerosidad con becas, apoyos en efectivo, despensas, computadoras y hasta celulares, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, asegura que quien gane la presidencia en 2018 no debe implementar subsidios, porque México no está para eso.
“México no es un país que tenga mucho espacio para expansiones fiscales, porque tenemos una base tributaria baja y eso no da mucho lugar para aumentos desproporcionados en el gasto”, explicó Carstens guiñando un ojo a Andrés Manuel López Obrador y a su posible triunfo en las urnas de 2018.
Sin embargo, lo que se le olvida a Agustín Carstens que México es el último lugar en Latinoamérica en cuanto a recaudación de impuestos; tarea que no ha podido cumplir a cabalidad la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (http://expansion.mx/economia/2017/03/23/mexico-se-rezaga-en-materia-de-ingresos-tributarios-en-america-latina).
Y aunque es la segunda economía de la región, solo obtiene mayor recaudación por encima de Guatemala o República Dominicana. El Gobierno Federal no recauda de las grandes empresas nacionales y trasnacionales que evaden sus responsabilidades fiscales, sino del grueso de la población.
Agustín Carstens, ante la Comisión de Hacienda aseguró que las acciones asumidas por el gobierno federal para contribuir a recuperar la economía y las finanzas son positivas, pues el cabildeo político para mejorar la relación con Estados Unidos ha repercutido positivamente en la apreciación del peso y las acciones fiscales de la Secretaría de Hacienda.
Sobre los niveles de inflación que podrían regresar a saludables niveles del 3 por ciento expresó: “El Banco si va a buscar que hacia finales del año la inflación esté ya en una tendencia francamente decreciente y que pueda converger al 3% hacia finales del 2018. Y de esa manera consolidar, hacer realidad lo que hemos venido diciendo, de que sí estamos viviendo una burbuja de inflación de naturaleza temporal”.
