Alcaldes de una decena de ciudades del sur de Florida, entre ellas Coral Gables y Weston, aledañas a Miami, se han unido en una demanda para cambiar las regulaciones sobre armas, una facultad exclusiva de las autoridades estatales, informó hoy un medio local.
En Florida las autoridades estatales son las únicas autorizadas para emitir regulaciones sobre el uso de armas y cualquier funcionario o gobierno local que orille esta norma, aún con un simple cartel que prohíba llevar armas en un parque público, está sujeto a la destitución del cargo, fuertes sanciones, entre otras.
La demanda, encabezada por el regidor de Weston, Daniel Stermer, busca evitar las multas que conlleva saltarse la normativa de control de armas que rige para todo el estado.
Stermer está convencido de que en un estado tan populoso como Florida, con grandes urbes y poblaciones rurales, los gobiernos locales deberían tener voz en la regulación de las armas, según el portal de internet NPR.
El canal NBC 6 indicó que Miramar, Pompano, Lauderhill, Miami Gardens, South Miami, Pinecrest, Cutler Bay, Miami Beach y Coral Gables se han sumado al desafío.
El alcalde de Coral Gables, Raúl Valdes-Fauli, quien, tras la matanza de Parkland el pasado 14 de febrero, alzó su voz a favor de una ley que prohíba la venta de fusiles semiautomáticos con cargadores de alta velocidad, es uno de los que ha apoyado la demanda.
De hecho, Valdes-Fauli se mostró en algún momento dispuesto a encajar cualquier tipo de multa que le impusiera el estado por intentar introducir normas fuera de su competencia.
“Nuestro Congreso (estatal) es cobarde. Se venden a la Asociación Nacional del Rifle (NRA)”, expresó Valdes-Fauli.
“Se necesitan ciudades, individuos o comunidades como la nuestra para hacer algo”, agregó.
Con estas palabras, el regidor de Coral Gables se refirió a la ley de control de armas aprobada este mes por el gobernador de Florida, Rick Scott, y antes por el Congreso del estado, una ley que no incluye la prohibición de venta de fusiles de asalto reclamada por numerosos alumnos y padres de las víctimas.
Dicha ley fue consecuencia del movimiento surgido para pedir un endurecimiento de las medidas para el control de armas a partir de la matanza de 17 personas que perpetró Nikolas Cruz, de 19 años, en un colegio de Parkland, a 73 kilómetros al norte de Miami, con un fusil de asalto el pasado 14 de febrero.