Este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los mexicanos a mandar “por un tubo y al carajo a la subcultura del agandalle”.
“La transformación también implica que todos actuemos de manera responsable, mandar ya por un tubo [a] la subcultura del agandalle. Nada de que ‘el que no transa, no avanza’, eso ya que se vaya al carajo”, señaló.
Durante la entrega tarjetas bancarias de los programa de Bienestar, el mandatario también arremetió contra la concesionaria —Grupo Carso— para construir la autopista Jala-Puerto Vallarta, la cual lleva más de una década sin terminarse. “Vamos a resolver el problema de las carreteras. Ya lleva una empresa más de 10 años con la concesión para hacer la autopista y no avanza. Voy a hablar con ellos. Se acabó, o la terminan o se les quita la concesión, así de claro”, aseguró.
Por la noche, Grupo Carso detalló que el tramo en problemas es el de Jala-Compostela, cuya construcción fue concesionada originalmente a GIA y ésta la abandonó. Agregó que tomó esta obra hace seis meses y que se encuentra en tiempo.
Acompañado por el gobernador del estado, Antonio Echevarría García; los titulares de Bienestar, María Luisa Albores, y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, López Obrador adelantó que se invertirán en Bahía de Banderas casi 600 millones de pesos para el mejoramiento urbano.
Román Meyer aseguró que en Nuevo Vallarta o Punta Mita existen hoteles exclusivos, cuyo precio puede llegar hasta los 200 mil pesos por noche; sin embargo, indicó, a un par de minutos de ahí hay colonias con grandes carencias, en donde viven los trabajadores que hacen posible que los turistas disfruten el lugar.
Por ello, dijo, se intervendrán tres zonas con proyectos de infraestructura, como un centro deportivo, uno de desarrollo infantil, así como la rehabilitación de más de 4 mil metros lineales de calles con pavimentación, iluminación y banquetas.
“Se fue al carajo la reforma educativa”. Al finalizar el evento, un grupo de maestras en Bahía de Banderas le pidió al Ejecutivo que no se olvide del magisterio. “¿Ya vieron que ya se fue al carajo la reforma educativa?”, respondió el mandatario, entre risas.
Más tarde, en Puerto Vallarta, Jalisco, regresaron los abucheos contra un gobernador, en este caso el jalisciense Enrique Alfaro (MC).
Ahí, López Obrador llamó a sus seguidores a dejarse de grillas y politiquerías: “Ya ‘chole’ con los gritos y con la falta de respeto a las autoridades. ¿Saben qué es eso?, es politiquería. Es lo que se le llamaba en el viejo régimen, la ‘grilla’. Vamos a hacer política diferente, tenemos que levantar la mira y pensar en el interés general. ‘La patria es primero’, ¿para qué nos vamos a estar peleando?”.
Destacó que su gobierno se convertirá en ejemplo mundial en la lucha contra la corrupción, aunque a los fifís y conservadores, dijo, no les guste: “Si se acaba con la corrupción y los lujos, no habrá necesidad de aumentar impuestos ni de gasolinazos, ni de endeudar al país. Eso es lo que se está demostrando en México y va a ser ejemplo a nivel mundial”.
Alfaro Ramírez llamó a superar las diferencias, pues la contienda electoral ha quedado atrás: “A quienes quieren seguir confrontando al país les decimos que en Jalisco estamos en otra sintonía, aquí ganó el presidente Andrés Manuel López Obrador y Enrique Alfaro como gobernador de Jalisco, así de sencillo, le duela a quien le duela”, comentó.
Por su parte, la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, reconoció que no han podido dispersar todas las tarjetas con los recursos de los programas sociales.
Durante esta gira, el delegado federal en Nayarit, Manuel Peraza, comentó que ha habido acciones orquestadas de actores políticos que han retrasado el avance de los censos de beneficiarios de los programas sociales en la entidad.