Así funciona la Mafia del Poder Judicial para dar puestos a familiares y recomendados

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Las hijas de dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aparecen en la nómina del máximo tribunal del país. Una de ellas tiene un salario bruto superior a 100 mil pesos.

La Suprema Corte transparentó gran parte de la nómina y tras una búsqueda, señalan que las hijas del ministro presidente, Luis María Aguilar Morales, y del ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, trabajan en ese órgano judicial.

Un reporte reveló la incorporación de ambas mujeres, que no fueron contratadas directamente por sus papás, y así evitar infringir una ley, sino que utilizaron un esquema de contratación cruzada.

El investigador Julio Ríos Figueroa, del Centro de Investigación y Docencia Económica, identificó este esquema como relaciones endogámicas en el reporte “El déficit meritocrático, nepotismo y redes familiares en el Poder Judicial de la Federación”.

Según este texto, las relaciones endogámicas se dan cuando el familiar de un ministro, un magistrado o un juez trabaja en la misma unidad administrativa o en la misma área de adscripción.

El reporte revela que 51% de los jueces y magistrados federales han logrado que uno de sus familiares trabaje en el mismo circuito judicial.

Ana Elena Aguilar Arrangoiz es hija de Luis María Aguilar. Su cédula profesional, emitida en 1998, indica que es cirujano dentista, pero eso no impidió que entrara al poder judicial.
Pese a que su carrera no tiene vínculo con el derecho, ha laborado como oficial judicial, oficial administrativa y secretaria particular en dos tribunales colegiados y un juzgado especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones.

Hoy en día, la hija del ministro presidente cobra como profesional operativa en la oficina o ponencia del ministro Alberto Gelacio Pérez Dayán, con un salario de 34 mil 757 pesos mensuales brutos; tras impuestos, gana 26 mil pesos 398 al mes, sin contar prestaciones como aguinaldo, asignaciones adicionales, prima vacacional, prima quinquenal, seguro colectivo de retiro y seguro de gastos médicos mayores.

Su contratación fue responsabilidad discrecional y directa del ministro Pérez Dayán, por lo que no existe una violación a la ley y tampoco de un caso de nepotismo directo.

Daniela Pardo Soto es la otra hija de un ministro que labora en la Corte.

Hace cuatro años, Daniela terminó la licenciatura en Derecho. En este periodo, logró tener uno de los cargos más altos en la familia judicial y hoy trabaja en la misma sede que su papá.

Su puesto es el de secretaria de Estudio y Cuenta Adjunta en la Secretaría Jurídica de la Presidencia, por lo que su nombramiento fue una decisión directa del ministro presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales.

Su salario bruto es de 135 mil pesos mensuales, percepción que se reduce a 95 mil pesos tras impuestos, aunque falta incluir las mismas prestaciones que tiene Ana Elena.

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