Les pidieron 50 mil pesos para apartar su lugar, una cuota de impunidad
No es secreto que el Frente Popular Francisco Villa roba predios y los ofrece a personas de escasos recursos, comerciantes y obreros para que puedan obtener una vivienda con los mínimos requisitos posibles y las mínimas condiciones de vivienda. Lo hacen en la ilegalidad, con apoyo de políticos y sin que nadie pueda castigarlos.
Tienen un poder de negociación increíble y nunca han escondido su cercanía con partidos de izquierda, en este caso Morena, que justamente gobierna la delegación de la que hablaremos.
Y es que en los últimos años, los famosos Panchos Villa han invadido decenas de predios en Tláhuac como promesas del delegado Rigoberto Salgado por el apoyo en las pasadas elecciones para su partido.
Los hechos habrían empezado desde el gobierno de Angelina Méndez Álvarez, quien nunca escondió su cercanía y lealtad al líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador a pesar de que es del PRD e incluso es diputada por este partido. Ella habría dejado todo preparado para que se apoderaran de los terrenos.
Tan sólo en la colonia Santa Ana Zapatilla, Letra Roja pudo corroborar al menos cuatro predios de diferentes dimensiones que ahora son propiedad de los Panchos Villa. Tres de ellos eran terrenos baldíos y uno más, una fábrica abandonada. Todo esto en un lapso de 2 años. Algunos tienen meses, justo a partir de que entró el nuevo delegado.
De acuerdo con personas consultadas por este medio, en los primeros tres casos les pidieron 50 mil pesos para apartar su lugar y les advirtieron que ese era dinero lo dieran por perdido, como para hacerles el favor de tomarlos en cuenta. Además solicitaron una copia de su credencial de elector, que usaron en las pasadas elecciones en favor de Morena. A todos ellos les dijeron que si querían casa, tenían que votar por ellos.
Después de ganar, les dijeron que depende el tamaño del cuarto que querían era precio, que iban desde los 100 mil hasta los 300 mil pesos. E incluso a algunos les dijeron que iban a hacer unidades habitacionales y los extorsionaron. Como emiten recibos que no tienen validez oficial, no pueden reclamar ante ninguna dependencia su dinero, ya que además los líderes se cambian de nombre y desaparecen.
En el último caso, el pago de inicio fue de 65 mil y los costos iban desde los 200 hasta los 400 mil pesos.
Cabe mencionar que en algunos espacios no había drenaje y al intentar meter los tubos, dejaron a la colonia sin agua. Otros más llenaron de topes la calle Salvador Díaz Mirón y un grupo más, se colgó de un poste de luz hasta hacer corto.
Hasta hoy, algunos ya tienen luz y agua, que no pagan a ninguna instancia y además, han metido televisión por cable, teléfono e internet. Ellos mismos cuidan y tienen un sistema de seguridad efectivo: si alguien se acerca a preguntar, le ponemos en su madre.
A pesar de que los vecinos han reportado las inconsistencias y la precaria forma en que viven estas personas, la delegación ha hecho caso omiso y el delegado se esconde cada vez que le tocan el tema.