Para asegurar la producción de la planta que se utiliza en los programas de reforestación, la Protectora de Bosques del Estado de México (PROBOSQUE) colecta anualmente dos toneladas de semilla de 69 especies diferentes.
El proceso se realiza en 165 sitios que abarcan todas las regiones y climas de la entidad; el 90 por ciento son de especies forestales, 5 por ciento frutales y 5 por ciento ornamentales.
Para ello. se realiza una brigada de 16 personas, quienes monitorean el sitio y seleccionan los mejores ejemplares, como árboles con fuste recto, ramas en ángulo de 90 grados y copa frondosa, con una edad de entre 20 y 50 años. Mientras que, para obtener las dos toneladas de germoplasma, es necesario recolectar 200 toneladas del fruto que las contiene; después de la recolección, las semillas pasan por un proceso de limpieza y pruebas de laboratorio para determinar su potencial de germinación y viabilidad, para valorar su calidad y definir la cantidad que se utilizará para la producción de planta en los 19 viveros de PROBOSQUE.
Una vez seleccionada, se envasa en bolsas de plástico y botes herméticos, luego se etiqueta y almacena en el Banco de Germoplasma, a una temperatura de entre 3 y 4 grados centígrados y humedad del 10 por ciento. Para un mayor control sobre el inventario de semilla que existe en el banco, PROBOSQUE implementó el Sistema Integral de Gestión de Inventarios II, que indica la cantidad exacta con que se cuenta por especie y la región donde se obtuvo. Cabe señalar que, en el Estado de México la meta de reforestación para este año es de 20 mil hectáreas y 20 millones de árboles.