Caro Quintero acepta que hace 31 años fue narcotráficante pero que ahora sólo quiere “vivir en paz”
Rafael Caro Quintero, que fue de los jefes del narcotráfico más poderosos en México, rechazó haber asesinado a un agente de la agencia estadounidense antidrogas DEA y pidió perdón por sus delitos, según una entrevista que dio desde la clandestinidad al semanario Proceso.
Caro Quintero, de 63 años y que pasó 29 de ellos en prisión por el asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique Camarena, ofreció la entrevista a Proceso, que se publica este domingo, “en algún lugar del norte de México”, donde se oculta luego de ser liberado en 2013 para de inmediato volverse a dar a la fuga tras emitirse una orden de captura para ser extraditado a Estados Unidos.
“Nunca había hablado de este caso es la primera vez (…). No lo secuestré no lo torturé y no lo maté”, dice Caro Quintero sobre el asesinato de Camarena en la entrevista, que será difundida también en video.
Vestido con ropas desgastadas de color azul, sentado en un banco de madera en una habitación de paredes grises en la que destaca una rústica gaveta en la que se observan imágenes religiosas, Caro Quintero acepta que hace 31 años fue narcotráficante pero que ahora sólo quiere “vivir en paz”.
Días atrás, la fiscalía del estado de Chihuahua (norte), fronterizo con Estados Unidos, alertaron que Caro Quintero podría tener hombres armados en la zona y que podría desatarse una guerra con otros grupos criminales, entre ellos el de cartel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fue recapturado en enero tras su espectacular fuga hace un año de una prisión de máxima seguridad.
“Lo único que busco es paz y le pido perdón a la sociedad de México por los errores que cometí, a la familia Camarena, a la DEA, al gobierno de Estados Unidos, les pido perdón. Ya pagué mi culpa, estuve 29 años en la cárcel”, dice y reitera que “dejé de ser narcotraficante”.
Sobre Guzmán, que al igual que él nació en Badiraguato, Sinaloa (noroeste), señala que se conocieron “desde chicos”, que eran “buenos amigos” y que incluso desayunaron en 2013, cuando también Guzmán estaba prófugo.
Caro Quintero, que había sido condenado a 40 años de cárcel, fue liberado por un tribunal del estado de Guadalajara (oeste), que justificó la decisión con un tecnicismo jurídico. La resolución fue revocada por la Suprema Corte.
El fallo fue duramente criticado por los gobiernos de México y Estados Unidos.
En diciembre de 2013, la Fiscalía General reconoció que Caro Quintero envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto en la que pidió no ceder a presiones de Estados Unidos para extraditarlo, sostuvo que ya pagó sus culpas y pidió se ponga fin a la “absurda persecución” en su contra.
FUENTE : LETRA ROJA